La deliciosa fruta que mejora la visión nocturna
Las frutas son esenciales en una dieta saludable. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda consumir cinco porciones diarias de frutas y verduras, equivalentes a unos 400 gramos. Entre estas frutas, una destaca por sus beneficios excepcionales para la salud ocular y mejorar la visión: el albaricoque, conocido como el “oro asiático”.
¿Qué beneficios aporta el albaricoque?
Originario de Asia Central, el albaricoque se distingue por su alto contenido de vitaminas A y C. La vitamina C es uno de los antioxidantes naturales más poderosos, capaz de neutralizar los radicales libres, que son una de las principales causas del envejecimiento prematuro. Además, esta vitamina ayuda a mantener la piel saludable y a fortalecer el sistema inmunológico.
La vitamina A, por su parte, es crucial para la salud ocular. Juega un papel vital en la formación y el mantenimiento de la córnea, la estructura transparente que cubre el ojo. Además, la vitamina A es fundamental para la visión en condiciones de poca luz, ayudando a prevenir la ceguera nocturna, así como indica el sitio especializado Tua Saúde. Esta condición se caracteriza por la dificultad para ver en ambientes oscuros y puede llevar a una pérdida significativa de la visión si no se trata adecuadamente.
El albaricoque también es beneficioso para la piel y el cabello. La vitamina A contribuye al crecimiento y mantenimiento del cabello, y mejora la salud del cuero cabelludo, lo que favorece el crecimiento de una fibra capilar fuerte. Por otro lado, su bajo índice glucémico significa que eleva los niveles de glucosa de manera gradual, proporcionando energía sostenida, lo que lo convierte en un snack ideal para los deportistas.
¿Cómo se consume el albaricoque?
El albaricoque es una fruta versátil que puede disfrutarse de muchas maneras diferentes:
Fresco: Como bocadillo, el albaricoque fresco es delicioso y nutritivo.
Ensaladas: Combina perfectamente con vegetales de hojas verdes para una ensalada refrescante y saludable.
Deshidratado: Los albaricoques deshidratados son una excelente adición a la granola, ofreciendo un toque dulce y nutritivo.
Mermeladas: Las mermeladas de albaricoque son una forma sabrosa de disfrutar de esta fruta durante todo el año.
Batidos: Mezcla albaricoques con plátano o mango para un batido lleno de vitaminas y antioxidantes.
Pasteles y muffins: Los albaricoques son una excelente adición a pasteles y muffins, aportando sabor y nutrientes.
Cocidos: Utiliza albaricoques cocidos como acompañamiento de carnes para añadir un toque dulce y único a tus platos.
