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Hasta el Blue Monday tiene sus memes

En el Blue Monday no todo es negativo. Por muchos años se han buscado estrategias para sobrellevar la recaída emocional que genera este día, y que muchas veces va precedida por la cuesta de enero y la conclusión de las fiestas navideñas.
En psicología, el color “azul” se asocia con la tristeza. Una hipótesis apunta que, al ser tan cercano a las tonalidades oscuras, representa emociones negativas, como lo puede ser el dolor emocional, la falta de esperanza y el sufrimiento.
Como tal, el Blue Monday surgió de una campaña publicitaria, con la que se buscaba resolver el dilema de las emociones a través de una ecuación propuesta por Cliff Arnall en 2005. De esta manera nació el “Día más triste del año”.
Aunque es una emoción frecuente, muchas veces se desconocen las verdaderas causas que producen la tristeza. Cuando una persona está triste aumenta el consumo de glucosa y el oxígeno en el cerebro, explica un artículo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
La Máxima Casa de Estudios enfatiza que el llanto incrementa la frecuencia respiratoria y es la respuesta más común a la tristeza. Dicho sentimiento se manifiesta con “falta de apetito, problemas de sueño, sensación de nudo en la garganta, opresión, pesadez, pesadez en los hombros, sensación de vacío e incluso dolor”.
Y a diferencia de la felicidad, “abusar” de la tristeza puede traer efectos negativos para la salud. Por ejemplo, llorar más de 10 minutos resulta agotador para el cerebro y le exige mayores tareas que en un estado normal.
La buena noticia es que la tristeza también tiene un propósito. Según la UNAM, ayuda a reorganizar las conductas, estimula la necesidad de adaptarse a nuevas circunstancias, facilita el proceso de aprendizaje a partir de los errores y crea tolerancia a la frustración.
Especialistas destacan que la mejor manera de combatir la tristeza es mediante la risa. Al estar contentos, se estimulan diversos órganos del cuerpo y permite el paso del oxígeno al cerebro.
Asimismo, incrementa la producción de endorfinas -o las denominadas “hormonas de la felicidad”-, mejorando el estado de ánimo y beneficiando la motivación para realizar actividades diarias.

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