
Para evitar que en el 2025 se repita la muerte de monos aulladores a causa del intenso calor, los organismos responsables del cuidado de esta especie, establecieron un semáforo de alerta.
Las acciones emprendidas este año por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), la Secretaría de Bienestar y Cambio Climatico, así como universidades públicas y privadas, tras la pérdida de alrededor de 200 ejemplares a causa de las temperaturas extremas, derivó en el establecimiento de parámetros para identificar riesgos, entre los meses de abril y mayo, cuando se presentan altas temperaturas.
El profesor inestigador Arturo Garrido Mora, quien colaboró con las instancias señaladas en las acciones de atención a monos aulladores que este año sufrieron complicaciones por temperaturas extremas, destacó que para evitar algo similar el próximo año, ya quedó establecido un semaforo de emergencia.
“Para el próximo año, cuando las temperaturas empiecen a rebasar los 34 grados empieza el foco amarillo; a partir de los 40 grados y que lleve varios días, empieza el semáforo rojo”, indicó.
Respecto a la atención que aún reciben 9 especímenes menores, comentó que la SEMARNAT los trasladó a una unidad de cuidados, y conforme evolucionen, regresarán a su hábitat en la región Chontalpa de Tabasco.
“Los llevó la SEMARNAT a donde van a ser atendidos por especialistas, no es zoológico, y cuando se restablezcan serán regresados al punto de origen, donde se reportó que estaban mal. Según se vayan restableciendo irán regresando”, acotó.
Comentó que la situación este año fue complicada, debido a la dinámica de la especie, que prefiere mantenerse en los árboles.
“Por deshidratación, los monos sucumbian en lo alto de los árboles y al caer, sufrían daños en el cuerpo. Ellos no bajan aunque se les ponga agua en el suelo, eso complicó las cosas”, refirió.