Villahermosa, la capital del estado de Tabasco, no solo destaca por su vibrante vida urbana y riqueza cultural, sino también por una historia que se refleja en los diferentes nombres que ha tenido a lo largo de los siglos. Esta ciudad, que ha sido testigo de transformaciones sociales, económicas y políticas, ha cambiado de nombre en varias ocasiones, cada uno de ellos marcando un capítulo importante en su evolución.
La Vieja (1539-1596): El Primer Nombre de Villahermosa
El primer nombre registrado de lo que hoy conocemos como Villahermosa fue La Vieja, fundado en 1539 por los conquistadores españoles. La ciudad sirvió como un punto de intercambio cultural y comercial entre los colonizadores y las comunidades indígenas locales. Sin embargo, debido a su ubicación vulnerable, propensa a inundaciones y ataques de piratas, La Vieja no pudo mantenerse a largo plazo, enfrentando múltiples desafíos en su desarrollo.
San Juan Bautista (1596-1826): Un Período de Crecimiento
En 1596, la ciudad fue renombrada San Juan Bautista, en honor a su santo patrón. Durante este período, la ciudad se consolidó como un importante centro administrativo y comercial en la región, experimentando un crecimiento significativo. San Juan Bautista fue clave en la historia colonial de Tabasco, convirtiéndose en un punto esencial para la administración española en la región y una población cada vez más dinámica.
Villahermosa (1826-Presente): Un Nuevo Comienzo
Tras la independencia de México en 1821, y con la reorganización política y administrativa que siguió, la ciudad adoptó el nombre de Villahermosa en 1826. Este cambio marcó una nueva etapa en su historia, reflejando el surgimiento de la ciudad como la capital del estado de Tabasco. “Villahermosa”, que significa “ciudad hermosa”, no solo representa la belleza de la ciudad, sino también su transformación en un centro clave para la política y economía del estado.
Hoy en día, Villahermosa es una ciudad moderna y dinámica, que sigue creciendo y desarrollándose mientras honra su pasado histórico. Cada uno de los nombres que ha tenido Villahermosa no solo marca un periodo específico de su evolución, sino que también celebra su resiliencia y capacidad de adaptarse a los cambios del tiempo. Desde su fundación como La Vieja hasta su consolidación como Villahermosa, la ciudad ha sido el corazón de Tabasco, desempeñando un papel crucial en la historia de la región y el país.