Adentrémonos en los misterios de las tierras tabasqueñas, donde la luna reinaba toda la noche y los ríos fluían como serpientes vivas. En este escenario de magia, nace la cautivadora historia de Naab, una mujer con poderes sobrenaturales que se transformaba en serpiente para proteger las tierras de su pueblo.
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Imaginemos a Naab, una figura femenina vestida con una falda adornada con los 7 planetas y los siete días de la semana. Desnuda de pecho, en sus manos alzadas sostiene una serpiente, mientras un jaguar reposa sobre su cabeza. Estos animales, sagrados en la religión maya, simbolizaban el principio y el fin de todas las cosas.
La leyenda cuenta que Naab, antes de ser deidad, fue una princesa mortal que habitaba en la selva. Un día, atacada por un jaguar, fue rescatada por un valiente guerrero. Aunque la familia de Naab la maldijo por permitir la muerte del jaguar, el guerrero la amó incondicionalmente.
La transformación de Naab en serpiente no rompió el lazo entre ambos. Los dioses, conmovidos por su historia, hicieron que el guerrero nunca envejeciera. Naab se convirtió en la guardiana de la selva, protectora de la naturaleza y el pueblo.
La mujer serpiente se volvió símbolo de amor y valentía. Las mujeres mayas le ofrecían regalos para concebir o tener partos exitosos, y las comunidades acudían a ella en tiempos de amenazas como plagas o invasiones.
Naab, la mujer serpiente, perdura en la cultura maya de Tabasco, su historia resonando en expresiones artísticas. Descubramos juntos el legado de esta figura femenina arraigada en el coraje y la protección del amor y la familia. ¡Explora la magia de Naab en las profundidades de la selva tabasqueña!
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