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Advierte IMSS Tabasco sobre desnutrición en menores y riesgo de enfermedades crónicas en edad adulta

  • Se recomienda cuidar la alimentación desde la etapa de gestación y durante toda la vida.
  • La obesidad es un grave problema de salud pública, resultado de dietas elevadas en alimentos con alta densidad energética.
  • El Seguro Social ofrece sesiones educativas para una mejor alimentación a través del programa NutrIMSS.

Una de las tareas primordiales para las instituciones de salud en Tabasco, es concientizar a las poblaciones sobre el problema alimentario mundial, así como fortalecer la solidaridad en la lucha contra el hambre, la desnutrición y la pobreza, expresó la encargada supervisora de Nutrición y Dietética del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Tabasco, Diana Osorio Martínez, en el marco del Día Mundial de la Alimentación.

Explicó que el lema de 2024 va enfatizado al “Derecho a los alimentos para una vida y un futuro mejor”, por tal motivo, consideró importante acudir después del Chequeo PrevenIMSS al consultorio de Nutrición para incorporarse a las diferentes sesiones educativas que ofrece el Seguro Social, a través del programa NutrIMSS, dirigido a paciente con enfermedades crónicas, en etapa de embarazo, así como en el primer año para los menores de edad. 

Añadió que dentro de la mala nutrición por deficiencia se tiene principalmente la desnutrición, y por exceso que también es sinónimo de mala nutrición, especialmente durante la gestación y los primeros 3 años de vida-, que aumenta el riesgo de morbilidad y mortalidad por enfermedades infecciosas y afectas el crecimiento y el desarrollo mental.

Lo anterior, se manifiesta por disminución en el desempeño escolar y en el rendimiento intelectual a lo largo de la vida. Además, dijo que la desnutrición durante la gestación y el primer año de vida aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas no transmisibles en la vida adulta.

Osorio Martínez agregó que la obesidad es un grave problema de salud pública, resultado del consumo de dietas elevadas en alimentos con alta densidad energética, bajos en fibra, y al elevado consumo de bebidas con aporte energético, en combinación con una escasa actividad física.

Añadió que la falta de actividad física se ha asociado a la urbanización, el crecimiento económico, los cambios en la tecnología para la producción de bienes y servicios, así como con los actuales estilos de recreación.

Además, se presentan alteraciones en el equilibrio entre la ingesta de energía y el gasto energético, que resultan tanto en desnutrición como en sobrepeso u obesidad.

Por lo que advirtió que todas estas condiciones tienen efectos adversos en la salud, dependiendo del tipo de mala nutrición y de la etapa de la vida en que se presenten.

La especialista del Seguro Social manifestó que cuando un individuo ingiere alimentos en exceso que sobrepasan su gasto de energía, el excedente se acumula en el organismo en forma de grasa, y trae como consecuencia un aumento de peso que, de no corregirse, conduce a una serie de alteraciones metabólicas, así como a la aparición de enfermedades cardiovasculares, diabetes mellitus, algunos tipos de cáncer, lesiones osteoartríticas, etcétera.

Por otra parte, la obesidad también tiene serias consecuencias psicológicas y sociales que repercuten en la calidad de vida de quien la padece. Por lo que la recomendación es cuidar la alimentación desde la etapa de gestación y durante toda la vida, ya que la obesidad como verán es factor predisponerte para las enfermedades crónicas degenerativas.

La nutrióloga del IMSS recordó a la población derechohabiente acudir a las Unidades de Medicina Familiar para que, a través del programa PrevenIMSS, se cree conciencia y conozca los beneficios de una alimentación correcta y la práctica de ejercicio.

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