Los coatíes, también conocidos como pizotes, son comúnmente arropados por los visitantes del Parque Museo La Venta. Estos pequeños mamíferos omnívoros, que a menudo son observados en grupo, disfrutan del contacto cercano de los paseantes, sin embargo son estos quienes han alterado su dieta habitual alimentándolos de frituras poniendo en riesgo su salud.
A diario, se pueden percibir a paseantes a este emblemático parque convivir con los coatíes que no tardan en aparecer, buscando atención y alimento. A pesar de que su dieta natural se compone de insectos, reptiles, anfibios, pequeños mamíferos, así como frutos y semillas, muchos de los alimentos que reciben son frituras, chicharrones, plátanos fritos y diversas confiterías, que no cumplen con sus necesidades nutricionales.
Expertos en fauna salvaje como Martín Valenzuela de la Comisión Nacional de Rescate advirtieron sobre los riesgos de esta alimentación, “aunque los coatíes son animales adaptables, el consumo excesivo de alimentos procesados y altos en grasas puede provocar problemas de salud, como obesidad y trastornos digestivos, lo que podría afectar a la población de estas especies en el parque”, explic