Trompos, baleros, tablas mágicas, trenes, camiones, muñecas “Lele”, réplicas de muebles en miniatura, están a la vista en el Pabellón Artesanal de la Feria Tabasco 2024.
Artesanos de Puebla y Querétaro, llegaron al parque Tabasco “Dora María” con alta expectativas de recuperación, pues aunado a la mala racha que dejó la pandemia por COVID-19, han enfrentado pérdidas debido a que la tecnología poco a poco desplaza a los juguetes tradicionales.
Los menores ahora prefieren usar un teléfono celular que un carrito de madera, lamentó Mario Cruz Manzano, quien hace 20 años, se sumó al negocio familiar, en Puebla. En el taller donde laboran 10 personas -dijo- se esfuerzan por fabricar juguetes tradicionales, similares a los que acompañaron a padres y abuelos en su infancia, sin embargo, para los pequeños del hogar, en estos tiempos no resulta algo atractivo.
“Es complicado porque un papá puede comprar un trompo, pero los niños no saben ni cómo jugarlo. Nos ha costado mucho trabajo porque ahora el niño se entretiene con un celular. El papá para que ya no esté molestándolo, le da el celular y con eso lo entretiene, se ha perdido mucho el juguete tradicional como el balero y si se lo dan, no sabe ni cómo funciona”, lamentó.
Sostuvo que en la lucha por evitar que desaparezcan los juguetes tradicionales, se han adecuado los diseños y se usan colores llamativos; sin embargo, no ha sido una tarea fácil llamar la atención de los reyes del hogar y la recuperación económica es lenta.
“A pesar de que tiene tiempo que pasamos de la pandemia, vamos progresando, pero no como en años anteriores. La producción se redujo a solo 30 por ciento y nos ha costado mantener trabajadores, prácticamente el negocio se volvió familiar porque antes teníamos más gente trabajando y como no les atrae tanto el juguete a los niños, nos quedamos con pura familia en el taller”, asentó.
Comentó que, como tradición familiar, la elaboración de juguetes de madera también dejó de ser de interés para las nuevas generaciones, lo que complica aún más la situación y el panorama hacia el futuro es poco alentador.
Confió en que la Feria Tabasco 2024 sea el escenario para el rescate de la tradición, ya que en la participación del año pasado hubo buena respuesta de las familias.
Juguetes tradicionales fomentan creatividad
Para Ana María Alcalá Escalante, representante de la Casa Queretana de las Artesanías “Sayal”, los juguetes tradicionales aportan más que entretenimiento a los pequeños, ya que fomentan la creatividad.
Con un avión de madera, un niño puede ser piloto; con una cocina, una niña se convierte en una gran chef. El uso de los juguetes tradicionales -dijo- despierta la ilusión en la infancia.
En el espacio que ocupa en el Pabellón Artesanal de la Feria Tabasco 2024, exhibe diferentes artículos de madera para niños y niñas, con precios que van de los 20 a los 240 pesos.
Consideró que los padres de familia tienen mucha responsabilidad en evitar que se pierda el uso de juguetes tradicionales. En tiempos donde la tecnología ha acaparado espacios -añadió- se puede combinar el disfrute con piezas de madera, como trenes, carros, cocinas integrales y otros productos que ayudan a “echar a volar la imaginación”.
Incluso -abundó- en el taller donde elaboran los juguetes, también se involucra a los más pequeños de la familia.
“Tenemos videos donde los nietos están involucrados en el diseño y la elaboración del juguete; así como juegan con tecnología juegan con juguete tradicional. No podemos estar peleados con el mundo que va avanzando a pasos agigantados, pero tampoco podemos decir que esto es obsoleto. Al llevarse una pieza de madera, no es solo imaginar sino lo que podemos crear a través del juguete tradicional”, enfatizó.
Recordó que “un pueblo sin historia es un pueblo sin futuro”, y por ello, se debe preservar la historia a través de las coloridas piezas que se ofertan este año en la máxima fiesta de los tabasqueños.
Coincidió en que la pandemia dejó graves afectaciones y una producción reducida a solo 30 por ciento, no obstante, hay la confianza de que la participación en la Feria Tabasco, represente la oportunidad de recuperación.
“Hay que empezar a fomentar que el juguete tradicional no debe desaparecer, no es para colección, es para jugarlo, es para entretenerse y es para conocer más de nuestra cultura”, concluyó.
