Por degustarlas en platillos y eliminar su hábitat, en extinción la tortuga en Tabasco
Tortuga en sangre, en verde, rellena de mariscos, asada, estofada, entre otros guisos, es como se cocinan y degustan los quelonios que tienen su hábitat en Tabasco.
El consumo de estos platillos, a bases de tortugas, es una tradición cultural que prevalece desde las civilizaciones prehispánicas, pero también se acrecentó como una costumbre durante la Semana Santa, al considerar que la carne blanca de estos quelonios si se pueden consumir durante la Cuaresma.
La mejor valorada para el consumo culinario es la tortuga blanca y luego le siguen las que son más abundantes como la hicotea y lo pochitoques.
El problema es que estas especies que se encuentran en serio peligro de extinción y a pesar que está decretada su prohibición de captura y caza, la población las continúa cocinando para ingerirlas como alimento exótico.
Por la depredación humana de que son objeto las tortugas, principalmente para la elaboración de platillos, esta especie también cada vez ve reducido su hábitat por la expansión de las manchas urbanas que en su avance destruye, deseca y rellena pantanos, lagunas y arroyos. También el sector agropecuario al expandirse va destruyendo el hogar de los quelonios.
Claudia Elena Centeno Ruiz, profesora e investigadora de la División Académica de Ciencias Biológicas (DACBIOL) define que parte del problema de las tortugas “es la sobre explotación de las poblaciones, pero también la trasformación de su hábitat”, muchas de ellas habitan en ríos profundos, lagunas, humedales y manglares.
“Todos – añade — estos ecosistemas están sujetos a presiones muy fuertes, como son la contaminación, la transformación, la vegetación y estas lagunas que están desapareciendo y con ese cambio de hábitat las especies van extinguiéndose localmente”.
“Antes eran abundantes en algunos sitios y ahora las poblaciones se han reducido notablemente. Básicamente es por sobrecaptura, y la transformación de su hábitat” reitera la también responsable técnica de la Unidad de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre del Centro de Investigación para la Conservación de Especies Amenazadas (CICEA).
En Tabasco existen nueve especies de tortugas, la tortuga más grande es la tortuga blanca, tortuga de río y las más pequeñas son los pochitoques con tres especies diferentes de mediano tamaño como es el caso de la hicotea, el caso del guao tres lomos; otras especies como chiquiguao, el taíman y que igual que la tortuga blanca se encuentra en un status peligro de extinción.
En el caso del Guao y la Mojina se encuentras amenazados y las otras especies se encuentran con protección especial, todas ellas se encuentran ubicadas en una norma NOM 059 que las protege.
SALVAR A LAS TORTUGAS CON UNIDADES DE CONSERVACIÓN
“Son especies que están en riesgo de desaparecer” y que no se deben ni pueden cazar de las poblaciones silvestres, “el aprovechamiento solo puede provenir de Unidades de Manejo Conservación de Vida Silvestre (UMAS)”, subraya Centeno Ruiz, quien explica que las UMAS son como criaderos, donde solamente ahí se puede hacer un aprovechamiento licito de las especies.
Sin embargo, asegura, “se puede ver un panorama de enorme esperanza, digamos para las especies, tenemos que conocer las especies, porque hay algunas que no se han estudiado lo suficientes como es el caso de la tortuga blanca y la otra es hacer sistemas de producción como es el caso de los criaderos”.
Existe una diversidad de criaderos, algunos destinados para la investigación, algunos otros para exhibición, como en la DACBIOL se tiene para la investigación y la docencia, pero existen en Tabasco alrededor de 19 Unidades de Manejo, en las que se puede hacer un aprovechamiento de esas especies de forma licita, es decir que tienen autorización por parte de la SEMARNAT y que pueden hacer un comercio legal.
La UMA más antigua y grande es la que se localiza en Nacajuca, del gobierno del estado. Es la UMA madre de todas, data desde 1979 más o menos y de ahí salieron para otras unidades de manejo.
Existen otras exitosas, la del sector privado, una que está en Huimanguillo, el sistema Guayacán, que incluso exportan; el Arca de Noé que está en Lomita; estas UMAS son las que han logrado dominar la técnica y que incluso hacen exportaciones de una forma legal a diferentes países.
La académica señala que la UMA de Huimanguillo es un éxito. Crían diferentes especies, tortuga blanca, hicotea chiquiguao: Cada UMA tiene su plan de manejo que están autorizadas por la autoridad, la SEMARNAT, tienen un responsable técnico y un responsable legal o sea hay todo un esquema legal para establecer una UMA.
La investigadora Claudia Elena Centeno Ruiz sostiene que con un buen maneja, las UMAS pueden resultar un buen negocio, los primeros años pueden ser difíciles, como todo, está implementándose, se necesita infraestructura, se necesita apoyos, se necesita capacitación.
Pero existen casos exitosos de Unidades de Manejo que pueden cumplir múltiples funciones, si bien el aprovechamiento es algo importante, pero también desde el punto de conservación de las especies, tener bajo resguardo a esas especies que están sujetas a tanta presión, pues también apoya a la conservación, como un banco de germoplasma en estas unidades de manejo.
Es en el periodo de vida o de reproducción de los quelonios donde se presenta el “cuello de botella”, porque son reptiles y tardan en su edad reproductiva, pero cuando se comienzan en la UMA pueden empezar con adultos reproductivos más o menos como de siete años y entonces tener reproducción de crías
Las tortugas, más o menos a los siete años empiezan a reproducir, entre 5 y 7 años es su vida reproductiva, pero pueden ser reproductivas por muchísimos años.
La tortuga son símbolos de la deidad, pueden pasar muchísimos años reproduciéndose y una de las cosas es que existe mercado actualmente para las crías como es de la japonesa, las japonesas son una especie que no es local, sino se considera ahora una especie invasora.
Entonces ese mercado que abastecía de organismos a peceras y demás, pues las especies locales tienen una oportunidad del mercado. Para que se dé una eclosión de huevo a cría, son dos meses, como el caso de la hicotea, las otras especies son otra historia, pero el mercado más importante para mascotas es para la hicotea.
Una hicotea su máximo tamaño puede llegar hasta unos 35 centímetros, pero eso si para una tortuga grande tienen que pasar unos 10 años, pero lo importante es que una tortuga no pasa mucho tiempo reproduciéndose o sea es un organismo resistente. Una tortuga puede llegar a vivir más de 80 años, hasta más, solo que no se tiene documentado, pero en otras partes de tiene documentado hasta 135 años, porque han estado en un museo y tiene su acta de nacimiento.
UN ESTADO IDEAL PARA LA VIDA DE LAS TORTUGAS
Tabasco es considerado como un referente y es reconocido en tortugas, porque hay reproducción de tortuga en alta escala como en la granja de Nacajuca, que es del 79, es de las más antigua, donde se ha capacitado mucha gente y se conoce mucho la cuestión ambiental.
A nivel nacional las entidades donde existen ambientes naturales para la reproducción de las tortugas son Chiapas, Campeche, Yucatán, pero Tabasco y Veracruz, es donde más se han implantado las Unidades de Manejo con éxito, refiere la investigadora del CICEA.
Pero el mejor es Tabasco, pues “somos humedales generales y hasta en las cabeceras municipales te puedes encontrar hasta las tortugas caminando, como en el caso de los cocodrilos también, es dada la naturaleza en nuestro estado, hay mucha naturaleza es un ambiente propicio para la presencia de estas especies”, expresa.
Entre los cuerpos de agua que se han desecado existen datos imprecisos, pero un ejemplo también es la Laguna de las Ilusiones, que le han reducido tu tamaño por diferentes cuestiones.
En Tabasco, degustar un platillo de tortuga es una cuestión cultural que viene desde de la época prehispánica, por ejemplo, el caso de la tortuga blanca, solo se distribuye en Veracruz, Tabasco, Chiapas, Campeche y Yucatán.
Sin embargo, este especie llegaba hasta el altiplano como un tributo a estas zonas, “si es parte de, es algo ancestral, digamos algo cultural, sin embargo, la presión a la que están sujetas estos organismos, pues lo colocan en un alto riesgo”.
La tortuga blanca es una de las 25 especies con mayor riesgo de desaparecer a nivel mundial, ¿por qué? Porque no son tan abundantes, porque su distribución es muy limitada.
También es un recurso cultural porque la danza del Pochó tiene elementos de caparazones de tortugas, los tamborileros tienes caparazones de tortugas como organismos de repercusiones, entonces es un recurso valioso, pero tiene que ser manejados de una forma adecuada, aconseja.
La profesora e investigadora de la División Académica de Ciencias Biológica exhorta a la población a acudir a las UMAS para obtener tortugas en una forma legal, le va a costar lo mismo.
Bajo el cuidado humano pues requiere mayor atribución y sí hacer un llamado a revalorar el papel de las tortugas en nuestro ecosistema, porque éstas especies también forma parte de una cadena trófica y son importantes para la regeneración de la vegetación en las lagunas y en los ríos.
Las tortugas consumen semillas y esas semillas al pasar por su tracto digestivo sufren una series de cambios, cuando la defecan ya las movieron del lugar, porque ellas se movilizaron, entonces se dice que las tortugas son la reforestadoras naturales.
“Entonces no solamente perdemos un recurso como tal, sino también la oportunidad de que esos cuerpos de agua que estamos viendo que se están secando a veces también por la falta de vegetación, las tortugas están cumpliendo un papel importante dentro del ecosistema”.