Los problemas en la ranchería Dos Montes no son recientes, han pasado seis años desde que empezó el “viacrucis” por la falta de agua, drenaje y vialidades, coincidieron vecinos de la localidad.
Un día después de bloquear la carretera federal, en reclamo a la falta de agua por más de dos semanas, algunos afectados insistieron en que las protestas llegaron tras aguantar por mucho tiempo, las dificultades ante la falta de acceso a servicios básicos.
Aunque se restableció el servicio de agua potable, para don Rosendo Valencia Hernández, no se resolvió el problema, ya que persiste la falta de presión y el vital líquido llega a los domicilios a cuenta gotas.
“Teníamos dos semanas sin agua, sin pipas, porque aquí si compras la pipa de agua, viene, si no, no hay agua. Ahora hay que guardar agua porque de buenas a primeras, sin avisar, vuelven a cortar el agua y con los calores de ahora, el agua es una prioridad”, enfatizó.
Añadió que la comunidad enfrenta otros problemas, como “banquetas hechas pedazos” y falta de drenaje desde hace 40 años.
“Están mejores las rancherías de más adentro, La Palma, Pajonal, La Cruz, Amate y Dos Montes no debería estar en estas condiciones. La comunidad ha crecido, cuenta con farmacias, abarroteras y tiendas de conveniencia que venden alcohol las 24 horas, ese es otro problema”, afirmó.
A esto, la señora María Esther López Reyes, remarcó que estas complicaciones las han sufrido en los últimos seis años, derivado del desmantelamiento de una bomba en la toma de agua para la comunidad. Ahora -dijo- deben pagar por el vital líquido, o bien, quienes tienen pozos, ayudan a los vecinos.
“Tenemos una problemática real, hace 6 años dijeron que se llevaban equipo porque el agua iba a llegar con más presión, pero desmantelaron la bomba y ahí empezó nuestro sufrimiento.
Llega dos días el agua y quince días no. Ya estuvimos mes y medio sin agua hace un tiempo y no queremos que se repita”, acotó.
En representación de la comunidad, Karla Núñez fue la encargada de entregar un escrito a las autoridades para solicitar una solución definitiva a esta problemática y será en dos días cuando le den una respuesta.
“Se pidió que nos apoyen con pipas, pero no con una, porque somos casi 3 mil habitantes. Queremos que nos den una solución a la problemática”, externó, para agregar que, tras varios años de sufrir la falta de agua, la situación llegó a su límite y por eso se vieron en la necesitad de obstruir la vialidad, aunque la respuesta que recibieron, no fue la esperada, pues los desalojaron con el uso de la fuerza pública.