Hemodiálisis, el viacrucis de las personas con diabetes

Tres veces por semana, Fidel Córdova de la Cruz, sale de su domicilio en la ranchería El Tigre, en el municipio de Nacajuca, con destino a una clínica particular de Villahermosa, para recibir tratamiento de hemodiálisis.
Hace un mes que comenzó la difícil travesía, luego de presentar daño renal. Su apoyo son sus hijos, pues entre otras cosas, la enfermedad lo dejó imposibilitado para caminar.
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Mientras esperaba el turno para ingresar a la unidad que presta los servicios subrogados del Seguro Social, Fidel comentó que, en su caso, la insuficiencia renal se derivó de una diabetes no controlada. Diagnosticado hace 20 años, jamás buscó atención médica para tratarla y las consecuencias fueron desastrosas.
A punto de cumplir 60 años, el próximo 3 de febrero, su vida no es la misma de hace una década: tuvo que abandonar su trabajo de camionero, comenzó a usar silla de ruedas, depende económicamente de sus hijos y tres días a la semana, destina de 3 a 4 horas al tratamiento de hemodiálisis.

“Empecé hace un mes. Me fallaron los riñones y empezaron a eliminar toxinas y empecé con diálisis, pero solo un mes, porque mi cuerpo la rechazó; me la pusieron de ambos lados y el cuerpo no lo aceptó y recurrieron a la hemodiálisis. Llego martes, jueves y sábado, en promedio tres horas”, expresó.
Fidel recalcó que ser paciente hemodializado es un golpe emocional y económico. Aunque el tratamiento es subrogado por el IMSS, el acudir desde Nacajuca a la ciudad de Villahermosa, le representa un gasto de hasta 500 pesos por día, en transporte y alimentación. Sin un trabajo, esto impacta a toda su familia.
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“Ya no es lo mismo, ya no trabaja uno, ya no puede uno salir. Yo no puedo caminar, no puedo salir a ningún lado”, asentó.
Ante las dificultades que enfrenta, dijo arrepentirse de no haber buscado tratamiento para la diabetes tipo 2, cuando fue diagnosticado, pues eso habría evitado el daño renal.
Aunque para él es tarde, ahora envía mensaje a sus familiares y personas con diabetes, para que se cuiden en la alimentación y busquen ayuda médica, pues esa es la única forma de evitar ser incluido en la lista de espera para una hemodiálisis.