Recorre calles de Villahermosa Choco Chepón con la venta de sus pavos
Para difundir las estampas tabasqueñas de antaño y que cada vez se pierde con la “modernidad”, este día salió a recorrer las calles del centro de la ciudad, Choco Chepón y sus pavos criollos Villo y Capulina, que representa a personas de las comunidades que en esta época decembrina recorrían Villahermosa para ofrecer a la venta sus guajolotes, colgadas al hombro o en una palanca, que durante el año criaron en sus patios y corrales.
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El Choco Chepón, es una de las botargas del mundo de lo que es Choco Chepe, personaje tabasqueño que se dedica a fomentar en los niños y jóvenes, las tradiciones, estampas y cultura tabasqueña.
Ahora salió Choco Chepón a caminar por las arterias del centro y cercanas al mercado público “José María Pino Suárez”, para ofrecer a la “venta” sus pavos criollos Villo y Capulina.
El personaje es para recordar a las personas procedentes de las comunidades rurales que llegaban en diciembre a vender los pavos criollos que durante el año estuvieron criando.
“Para el Día de Reyes saldrá a las calles el Rey Chepesar. Depende de la temporada del año, es la botarga que sale a pasear. En el Día de Muertos salió Villo la Calavera, y así diversos personajes que tiene para cada época del año”, narra Chepe Chepón.
Por cuenta propia, se impuso el propósito de fomentar en niños y jóvenes las tradiciones que todavía perduran en Tabasco.
El personaje de Choco Chepe, enfocado a los niños y jóvenes, lleva cinco años de creado, y atrás de la botarga está José Vinar Olán Graniel, 27 años, originario de Villahermosa, músico tamborilero, quien también estudio Gestión Cultural en la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT).
Olán Graniel señala que los adultos se quejan que los niños no quieren tocar el tambor, no quieren hablar con el caló tabasqueño o no quieren comer la gastronomía local, “pero no es que no quieran, lo que pasa es que no la conocen. Entonces para eso estamos nosotros, para fomentarla y difundirla.
“Por lo menos que beban su pozol en jícara o su chorote, puej”, dice enfundado en el personaje de Chepe Chepón.
