El subsecretario de Salud Pública, Leopoldo Gastelum Fernández, afirmó que las caravanas de salud y el laboratorio de Salud Pública que se enviarían hacia la zona de desastre en Guerrero, aún no salen de Tabasco, debido a circunstancias ajenas a la dependencia estatal.
Recordó que las labores para apoyar a la entidad afectada comenzaron de forma inmediata, tras el paso del huracán Otis. La finalidad de mandar personal capacitado, era el auxilio posterior a la emergencia, a fin de evitar brotes de enfermedades.
Debido a la experiencia que adquirió el personal médico con las inundaciones de 2007 en Tabasco, se enviaría la brigada de médicos y enfermeras, para ayudar a la Secretaría de Salud de Guerrero, en las acciones de salud pública. Aunado a ello, se enviaría un laboratorio móvil para el análisis de muestras de COVID-19 y otros padecimientos.
Sin embargo, no ha sido posible debido a que no han recibido la información solicitada para la ubicación del laboratorio móvil, que requiere instalación eléctrica especial.
“No sé si ya se fue, pero era el compromiso del estado; estábamos esperando una respuesta de la Federación porque primero queríamos ver dónde lo íbamos a instalar; el laboratorio está disponible, pero pedimos a México que dijeran en qué hospital se iba a colocar porque debe llevar instalación especial y los reactivos que se iban a usar”, enmarcó.
Gastelum Fernández agregó que el compromiso de la Secretaría de Salud de Tabasco, era enviar en una primera etapa: dos caravanas de la salud y el laboratorio móvil; y en una segunda etapa, las brigadas de protección contra riesgos sanitarios, pero no ha sido posible ante la falta de comunicación con la dependencia de aquel estado.
“El personal está en Tabasco porque la idea era que nos pusiéramos de acuerdo con las 31 entidades y nos íbamos a estar rotando porque es un desgaste tremendo”, enfatizó.