Para reactivar y fortalecer el decretado Barrio Mágico del Centro Histórico de Villahermosa, se necesita que se realicen eventos culturales de todo tipo y de manera constante para atraer al público en general, considera el cronista oficial de la ciudad, Geney Torruco Sarabia, quien realiza un recuento del desarrollo y evolución de lo que has sido conocida como Zona Luz.
Si se camina por las calles Sáenz, Aldama, Juárez, Lerdo de Tejada, se ven las construcciones de fines del Siglo XIX y principios del XX. La construcción más antigua, se supone, es donde se ubica el Museo de Historia “La Casa de los Azulejos”.
Pero no existe ninguna construcción colonial en la Zona Luz, propiamente. Los españoles no construyeron nada en Tabasco durante la época de La Colonia. Excepto una iglesia en el municipio de Cunduacán y algún otro inmueble que estará perdido por ahí. “La realidad es esa”, explica el historiador y autor de libros sobre Villahermosa.
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La gente comenzó a construir en el Siglo XIX, siguieron con el Siglo XX, que algunos las remodelaron y quitaron esas construcciones, como un abogado, en la esquina de Sáenz y Lerdo, construyó algo diferente que rompió con la arquitectura dominante en la Zona Luz.
“En lo que es hoy la Zona Luz se registraron los acontecimientos más importantes, como lo fue la invasión norteamericana, la intervención proimperialista francesa, que no procedía de Francia, sino que fue una invasión de proimperialistas franceses”.
Torruco Sarabia, narra que allí vivieron las familias más acaudaladas, también poetas y personajes de la Literatura, como Carlos Pellicer, Celestino y José Gorostiza, Andrés Iduarte, y en fin una serie de personajes, porque allí era la única parte de Villahermosa que estaba habitada, pues las colonias empezaron a formarse a partir del gobernador Tomás Garrido.
El también catedrático de la UJAT explica que Villahermosa comenzó a ser como tal, a partir del gobierno de Carlos A. Madrazo, que construyó las más amplias avenidas que hasta ahora existen, la Ciudad Deportiva, comunicó a la capital y cabecera municipal Villahermosa con todas las cabeceras municipales.
“Antes de eso, Villahermosa era un ranchote enorme y grande que no tenía impacto cultural”, compara Geney Torruco Sarabia.
Villahermosa se fundada en 1565, por Diego de Quijada que repartió solares, trazó la ciudad. De Madero, Juárez, Lerdo y Reforma, esa manzana fue el centro de operaciones del gobierno español y se construyó un templo en el centro de Plaza de Armas.
Con el tiempo la iglesia la pasaron en donde actualmente está la Iglesia de la Conchita o Iglesia de la Concepción. Esa es la primera iglesia de la ciudad, inaugurada el 8 de diciembre de 1800. También se construyó un Fuerte, frente en donde está el Parque de los Pajaritos. Esa fue la fundación de Villahermosa.
Corrieron los años y no pasó nada. Hasta que Carlos A. Madrazo comenzó a darle vida a la ciudad, construir calles, Casas de Cultura y cosas por el estilo. El Parque Juárez, en el centro de la Zona Luz, se construyó años atrás
“El gobernador Mario Trujillo, inteligentemente construye la Zona Remodelada, y es cuando surge y empieza a tener vida fuerte la ciudad. Hasta los años 70 en que fue gobernador allí se definió. Es la zona más destacada históricamente, culturalmente de la ciudad”, afirma el cronista oficial de Villahermosa.
La importancia histórica de la Zona Luz, hoy Barrio Mágico, de Villahermosa
Lo que se anda investigando ahora es qué personajes han vivido o vivieron en los que ahora se le denominó Barrio Mágico, comenta.
Otras acciones importantes que marcan la ciudad, fue cuando el gobernador Leandro Rovirosa abrió y enderezó calles como la avenida 27 de febrero y la avenida Gregorio Méndez, la amplió de longitud. También construyó la Cámara de Diputados, el Tribunal Superior de Justicia, y amplió el palacio de Gobierno.
“Por su parte, el gobernador Manuel Gurría Ordóñez barrió con todo lo que había en Plaza de Armas y construye el Puente Solidaridad. Y así se pueden ir contando algunas acciones, pero que no pasó de allí”.
A Plaza de Armas le han realizado unas 20 remodelaciones, “que en algunos casos la han empeorado, la han puesto más fea, con menos atractivo y por eso dejó de ser un punto de atracción para la población”, dice el también economista egresado de la UNAM.
El Museo de Historia es una lástima que no haya mejorado, no hubo una concepción seria para ese fin, está semiabandonado. Igual, la Casa-Museo El Jaguar Despertado, construido por el gobernador Enrique González Pedrero, que tuvo un impacto importante, se ha venido abajo.
La cuestión es que se necesita la participación de la gente. Cuando se inauguró el Jaguar Despertado llegaba a diario cierto número de gente, pero perdió interés finalmente.
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