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Embellecen la “última morada” en el panteón Central

Figuras de papel picado, veladoras e imágenes de sus personajes favoritos, enmarcan la “última morada” del pequeño Diego Vasco Hernández, en el panteón Central.

Desde temprana hora, este domingo, su mamá Selene Hernández Ramón y su abuela Amparo Ramón, acudieron como cada fin de semana, a visitar la tumba del pequeño que no pudo vencer al cáncer.
“Todo fue rápido, ingresó al hospital el 6 de enero y falleció el 10 de febrero”, recordó con voz entrecortada, la mamá de Diego, el menor de dos hijos.

FOTO: Patricia Valencia.

Han sido meses difíciles y el próximo 1 de noviembre lo será aún más, al tener ya una tumba para visitar…
Los restos del pequeño descansan en un lote familiar que no había sido ocupado en décadas y que hoy se destaca en el camposanto, por tener una capilla impecable.

“A él le gustaba la fecha y traigo cosas que le gustaban, para que vea que no se me olvida, y en casa le compré cositas para ponerle en su altar, sus golosinas para el Día de Muertos”, refirió Selene Hernández, mientras colocaba algunos adornos de papel.

FOTO: Patricia Valencia.

Ella no fue la única en visutar el panteón este domingo. Don Pedro Lázaro Hernández, también acudió pata limpiar la bóveda que guarda los restos de sus padres.

Con cubeta, jabón y cepillo, llegó al cementerio y se dirigió a la tumba para proceder a lavarla. Después de lograr su objetivo, se retiró satisfecho y listo para regresar el 2 de noviembre a dejar flores y pasar un rato junto a la “última morada” de Sofía Hernández Aguilar y Lorenzo Lázaro García.

FOTO: Patricia Valencia.

Así, a pocos días de la celebración de los fieles difuntos, familias tabasqueñas aprovecharon este domingo para visitar a sus muertos y dar una “manita de gato” a las bóvedas en el panteón Central de Villahermosa, el camposanto que tiene más de 14 mil lotes.

Aunque hubo una afluencia moderada, se observó a chicos y grandes, llegar con lo necesario para hacer la limpieza de las tumbas.

FOTO: Patricia Valencia.

En otros casos, quienes por alguna razón no pudieron realizar personalmente los trabajos, contrataron los servicios de personas que lavan tumbas con costos a partir de 50 pesos.

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