Diariamente, Don Manuel Lira, se transporta en su triciclo a su trabajo, ubicado en el estacionamiento de un supermercado en la colonia Guayabal, en Villahermosa.
Es un trayecto que realiza de su casa al trabajo y viceversa. Pero, en el viaje siempre lleva a sus inseparables amigos y compañeros, Nenita y Negro.
Los canes, además de la compañía, apoyan a don Manuel en las labores de vigilancia. “Pero son tranquilos”, acota el amo de Nenita y Negro.
De su casa, en el centro de Villahermosa, su ruta es el Malecón hasta la avenida Paseo Tabasco, luego toma el Periférico Carlos Pellicer Camara, hasta llegar casi a la avenida Paseo Usumacinta, esquina donde está su centro de labores.
Con la correa al cuello, Nenita y Negro, tranquilos, siempre van viendo al frente, observando todo lo que ocurre en el camino. A veces lanzan uno que otro ladrido, sobre todo la leal mamífera.
Don Manuel, Nenita y Negro, con el triciclo van esquivando el pesado tráfico del Periférico, cuyos automovilistas en su mayoría no respetan al vehículo de tracción y lo rebasan sin consideración.
Así, diariamente es la historia de este trio de amigos tabasqueños.