La fascinante arquitectura prehispánica continúa asombrando a investigadores, arqueólogos, científicos y entusiastas, ya que las imponentes construcciones erigidas por nuestros antepasados implicaron un increíble despliegue de creatividad, fuerza y precisión.
A medida que exploramos los vestigios de civilizaciones antiguas, nos encontramos con centros ceremoniales y pirámides que nos narran historias de culturas ricas en tradiciones y saberes.
En el sur de México, en las tierras que alguna vez fueron la cuna de civilizaciones majestuosas como los mayas y los olmecas, emerge un legado de grandiosidad arquitectónica.
Entre estas joyas históricas destaca la Pirámide Doble de Moral-Reforma, un monumento que ha sobrevivido al paso del tiempo para contar la historia de un pueblo que dominó las artes de la construcción y la ingeniería.
Ubicada en el municipio de Balancán, en el estado de Tabasco, la Pirámide Doble de Moral-Reforma se alza majestuosamente.
Este enclave maya ocupa 72 hectáreas que abrazan los ríos San Pedro Mártir y El Sayá, un lugar estratégico que en el año 300 a.C. se convirtió en un punto crucial para los navegantes que buscaban superar los rápidos del río por tierra.
Con el tiempo, entre los años 250 y 500 d.C., Moral-Reforma ascendió en importancia al transformarse en un centro de control fluvial.
Esta transición le otorgó un papel político significativo, consolidado a través de alianzas con destacados señoríos mayas de la época, como Calakmul alrededor del 661 d.C. y Palenque hacia el 690 d.C.
La zona arqueológica donde yace la Pirámide Doble está compuesta por más de 76 edificaciones prehispánicas, meticulosamente dispuestas en torno a dos plazas abiertas.
Entre estos elementos destacan el Conjunto de la Plaza Poniente, delimitado por 19 edificios, y el Conjunto de la Plaza Oriente, compuesto por 28 edificios.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) emprendió excavaciones y trabajos de restauración en 1992, un esfuerzo que culminó en la reconstrucción de la pirámide más grande, conocida como la Pirámide Doble.
Esta majestuosa estructura se alza a una altura de 27 metros sobre una plataforma de base de 50 por 70 metros. Fue en octubre de 2009 que la zona arqueológica de Moral-Reforma fue abierta al público, marcando el inicio de nuevas exploraciones y excavaciones.
La construcción de estos monumentos arqueológicos empleó materiales como rocas de sílex y calizas, hábilmente trabajadas y unidas con morteros de cal.
Cada bloque colocado, cada piedra tallada, revela el nivel de maestría alcanzado por estas civilizaciones prehispánicas en la construcción y la ingeniería.
La Pirámide Doble de Moral-Reforma es más que un monumento antiguo; es un testimonio de la grandeza que los antiguos habitantes de Tabasco lograron alcanzar a través de su conocimiento y habilidades.
A medida que exploramos estas maravillas del pasado, somos recordados de la vasta riqueza de culturas que enriquecieron estas tierras mucho antes de nosotros. Su legado arquitectónico perdura como un enigma cautivador que continúa maravillando y cautivando a todos los que lo contemplan.
