Flores, dragones y algo más…

Esta semana comienza con Mercurio retrógrado en Sagitario y una invitación a bajar el ritmo. No todo debe resolverse ahora; algunas respuestas llegan solo cuando el ruido se apaga.
Observa tus pensamientos, tus palabras y las historias que repites. Cuida lo que comunicas y, sobre todo, cómo te hablas. Si algo se retrasa o se enreda, no luches: respira y confía en el tiempo divino. Cada pausa guarda sabiduría.
Esta es una semana para escuchar más, soltar el control y permitir que la claridad florezca cuando estés lista para verla.
Todo planeta retrógrado implica una oportunidad para revisar, reparar, reconfigurar lo necesario para continuar avanzando.
Júpiter, cuya función gira en torno al crecimiento, la mejora, y el pulsar expansivo, no será la excepción.
Nos ayuda a tomarnos el tiempo de recordar para qué estamos aquí y qué sentido tiene ocupar el lugar que ocupamos, tanto en la intimidad de lo familiar como la repercusión de eso en lo social.
No existe estar bien en la vida íntima privada y mal en lo público social, ni viceversa.
Ambos escenarios de experiencia están interconectados y relacionados, se reflejan, porque como es arriba es abajo, como es adentro es afuera, y si no lo estamos considerando es porque no estamos entendiendo el funcionamiento estructural de la realidad.
La capacidad para entenderlo lo tenemos todos, el deseo de entenderlo no. Al deseo hay que generarlo… entender por necesidad es elegir, entenderlo mediante el dolor y el sufrimiento.
“El hombre es condenado a ser libre, porque aún se rehúsa a elegir, ya está eligiendo. De esa libertad no puede escapar, pues cada acción es responsabilidad de sí mismo”
Juan Paul Sartre
Que la capacidad de despertar y de generarnos buena suerte en la vida nos acompañe.







