Opinión

La Justicia Social, ahora principio de ley en Quintana Roo

La justicia social no es un concepto nuevo. Desde Aristóteles hasta Kant, la idea de “dar a cada quien lo que le corresponde” ha sido un faro filosófico para imaginar sociedades más justas. Sin embargo, en pleno 2025, sigue siendo más una promesa que una práctica cotidiana.

Por eso es que presenté esta iniciativa de reforma, la cual busca integrar el principio de justicia social en la Ley de Cultura de la Legalidad. No se trata solo de un cambio simbólico: es un paso necesario para aterrizar valores universales en el día a día de nuestra convivencia.

Hasta ahora, nuestra Ley de Cultura de la Legalidad se enfoca en promover el respeto al orden jurídico y los valores democráticos. Habla de tolerancia, de diálogo, de transparencia. Pero en un estado que en el pasado vivió desigualdades profundas, hablar de legalidad sin justicia social es como construir una casa sobre arena: tarde o temprano se viene abajo.

Reconocer la justicia social como eje rector de la cultura de la legalidad, como lo ha hecho nuestra gobernadora Mara Lezama, es poner al centro a quienes históricamente han sido orillados: pueblos indígenas, personas migrantes, mujeres, personas con discapacidad. Es entender que el respeto a la ley no puede ser un privilegio para unos cuantos, sino una garantía para todos.

Nuestro movimiento tiene claro que no hay paz ni desarrollo sostenible sin justicia social. No es solo un tema de derechos humanos, es una cuestión de estabilidad, de cohesión social, de sentido común.

Incorporarlo en una ley que busca moldear la conducta pública es, al menos, un intento serio de cerrar esa brecha entre el ideal y la realidad.

La transformación de fondo empieza cuando principios como la justicia social dejan de ser adornos retóricos y se convierten en criterios que fortalezcan las políticas públicas que ya creó nuestra gobernadora.

El verdadero reto, como siempre, no es solo aprobar leyes, sino convertirlas en realidad. Esto requiere voluntad política y un compromiso auténtico con quienes más lo necesitan, valores que en morena asumimos como principios. Por eso, la Fuerza de la Transformación es imparable.

Jorge Sanén Cervantes
@Jorge.Sanén

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