México en el G20
Columna: Movimientos y contra movimientos
Por: José Miguel Martínez
El pasado martes 19 de noviembre se llevó a cabo la cumbre del G20 en Río de Janeiro, Brasil, donde se reúnen las 20 principales economías del mundo. En esta ocasión, se invitó a otros actores internacionales, como representantes de África y la Unión Europea. En dicha cumbre se trataron temas de suma importancia y coyuntura internacional, como el cambio climático, los conflictos armados y la migración. Asimismo, se llevaron a cabo reuniones bilaterales en las que se abordaron temas puntuales.
En esta ocasión, si bien los Estados miembro llegaron a acuerdos sobre el cambio climático en los que instaron al respaldo internacional, el aumento de la colaboración y el apoyo financiero a países en desarrollo, estos siguen sin estar del todo claros. Respecto a conflictos bélicos, se condenó el ataque de Rusia a Ucrania y se calificó a la situación en Israel como un “sufrimiento humanitario”.
Por su parte, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, se reunió con su homólogo de Estados Unidos, Joe Biden, con el fin de tratar asuntos migratorios, de seguridad y economía. Por otro lado, con el Primer Ministro canadiense, nuestra jefa de Estado planteó las dificultades que podrían derivarse del Tratado de Libre Comercio (T-MEC).
Asimismo, Claudia Sheinbaum se reunió con líderes de América Latina, incluyendo a Lula Da Silva, de Brasil; Gustavo Petro, de Colombia; y Gabriel Boric, presidente de Chile. En dichas conversaciones se abordaron los lazos de amistad entre los países y la unidad de los pueblos, misma que puede resultar favorable para aumentar nuestros socios comerciales y económicos. Lo anterior, recordando que Brasil, Chile y México son las principales economías de la región.
Cabe mencionar que, dentro de las reuniones que tuvieron los jefes de Estado latinoamericanos, no tuvo mucha participación Javier Milei, presidente de la Nación Argentina.
Tras la asistencia de México a dicha cumbre, es evidente que nuestro país busca volverse a posicionar en el panorama internacional, retomando su participación en foros y reuniones bilaterales. Esta puede ser una gran apuesta para promocionar las oportunidades que el país ofrece, aprovechando el NearShoring —una estrategia que consiste en trasladar industria a un país más cercano a tu consumidor final— e impulsando a México. No obstante, la presidenta tiene un reto en puerta que no puede dejarse de lado: en 2025 deberá renegociarse el T-MEC, y el presidente de Estados Unidos para el momento, Donald Trump, no será un adversario sencillo.
@MIGUELMTZ1904