Las Tres C’s de la Experiencia en Eventos: Contenido, Conexiones y Comercio

En la actualidad, la experiencia de los participantes en eventos se centra en tres elementos fundamentales:
Contenido, Conexiones y Comercio. Estos tres pilares son esenciales para asegurar que los eventos no solo sean memorables, sino también impactantes y efectivos en la consecución de sus objetivos.

Contenido: Innovación, Co-creación y Autonomía
En el pasado, el contenido era indiscutiblemente el rey de cualquier evento. Sin embargo, con la abundancia de información disponible en línea, el simple hecho de ofrecer sesiones unilaterales ya no es suficiente. La competencia para consumir contenido es feroz, y los participantes esperan mucho más de una conferencia impartida por un “experto”.

La clave ahora radica en ofrecer formatos interactivos que permitan a los asistentes salir más preparados y enriquecidos de lo que entraron. Debemos apostar por la innovación en los procesos colectivos de aprendizaje, donde cada voz sea escuchada y cada participación sea valorada.

Es fundamental que los asistentes sientan que su contribución es importante y que el resultado final sea una aportación co-creada que beneficie a la industria, gremio o sector económico al que pertenece la audiencia del evento.

Los asistentes buscan flexibilidad en las agendas educativas, opciones personalizadas de alimentación y
oportunidades para el ejercicio y el bienestar mental. Estos elementos no solo mejoran la experiencia del evento, sino que también contribuyen a crear un entorno más favorable para el aprendizaje y la interacción.

Conexiones: El Valor de las Interacciones Presenciales y el Bienestar Mental

A pesar de la proliferación de eventos híbridos y virtuales, las conexiones cara a cara siguen siendo insustituibles.
Estas interacciones permiten ampliar la red de contactos, sostener conversaciones significativas y discutir temas con libertad, actuando como puentes entre generaciones, culturas e ideologías. Es crucial, sin embargo, revalorar la función del “networking”. Especialmente en América Latina, es necesario cambiar la percepción de que el networking es solo una fiesta o una reunión de amigos. El enfoque debe estar en el “working” dentro del networking: trabajar el salón, conectar intencionalmente con prospectos o líderes de pensamiento, y salir de la zona de confort.

Muchas culturas tienden a quedarse en su círculo de amigos o colegas habituales durante estos eventos, pero es vital aprovechar estas oportunidades para conocer personas influyentes de diversos ámbitos, ampliar la red de contactos ya sea de la academia, la ciencia o sectores económicos. La serendipia juega un papel crucial en estas conexiones. Crear espacios que promuevan la interacción genuina y significativa puede tener un impacto positivo en el bienestar mental de los participantes, facilitando encuentros fortuitos que pueden resultar en colaboraciones inesperadas y valiosas.

Comercio: Construcción de Relaciones y Retorno de Inversión Amplio

En inglés, los eventos se denominan “Business Events” porque se espera que los participantes obtengan un alto retorno a la inversión de asistir. No se trata necesariamente de lograr una venta inmediata durante el evento, sino de construir y consolidar relaciones de confianza que incrementen las posibilidades de penetración en el mercado, negocio y ventas a futuro.

Los eventos deben ser vistos como una inversión estratégica para fomentar el comercio y el desarrollo económico. Sin embargo, en el contexto de congresos médicos, por ejemplo, el retorno a la inversión debe entenderse de manera más amplia. Estos eventos son frecuentemente auspiciados por laboratorios y patrocinadores que buscan más que una ganancia inmediata. La inversión en estos congresos también se traduce en el desarrollo profesional continuo, la creación de redes de colaboración y la difusión de investigaciones innovadoras. Otros sectores siguen un patrón similar, donde el valor se extiende más allá de las transacciones comerciales directas, englobando el crecimiento y el fortalecimiento de la comunidad profesional.

Por: Eduardo Chaillo, CMP, CMM, CITE