GWM acelera su expansión en Latinoamérica y México es punto estratégico
Más allá de las cifras, el éxito de GWM en México se refleja en la satisfacción del consumidor.

En medio de una industria automotriz que redefine sus reglas hacia la electrificación y la sostenibilidad, Great Wall Motor (GWM) ha puesto el pie en el acelerador con una estrategia global que combina inversión, innovación, confianza y desarrollo sostenido. Dentro de este plan, México emerge como uno de los cinco mercados prioritarios para la compañía, una apuesta que refleja el peso que la región latinoamericana ha ganado dentro del mapa automotriz mundial.
La reciente inauguración de su planta en Iracemápolis, Brasil, marca un paso decisivo en esa dirección. Con más de 94 mil metros cuadrados y una capacidad inicial de 50 mil unidades anuales, esta instalación no solo aumenta la producción de GWM, sino que refuerza su red logística regional, reduce tiempos de entrega y sienta las bases para exportaciones más competitivas hacia México y el resto de la región. La presencia del presidente Luiz Inácio Lula da Silva en la ceremonia de apertura evidenció la relevancia del proyecto, tanto para el desarrollo económico brasileño como para la consolidación de GWM en Sudamérica.
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El avance de GWM en México ha sido rápido y calculado. En un mercado exigente y de alta competencia, la marca entendió que la confianza del consumidor se gana con hechos, no con promesas. Por eso, desde su llegada en 2023, inauguró un centro logístico de refacciones de 10 mil m² en alianza con DHL, garantizando disponibilidad inmediata de piezas. A esto se suma una de las coberturas más completas del sector: siete años de garantía total, ocho años para baterías eléctricas, seguro contra robo de autopartes y un programa integral de asistencia. Con una red de más de 50 distribuidores certificados, talleres equipados y técnicos especializados, la marca ha construido un ecosistema de soporte diseñado para generar confianza y permanencia.

La estrategia también abarca el ámbito financiero. A través de GWM Finance, y en colaboración con BBVA, la compañía ofrece planes de crédito flexibles y competitivos tanto para clientes finales como para su red de distribuidores. La visión es clara: crear una experiencia de compra sencilla y confiable, donde el cliente sienta que la marca lo respalda en cada paso. Gracias a esta filosofía, GWM ha logrado en apenas dos años comercializar cerca de 15 mil vehículos anuales, con una creciente participación de modelos híbridos y eléctricos, alineados con las tendencias globales hacia la movilidad limpia.
Más allá de las cifras, el éxito de GWM en México se refleja en la satisfacción del consumidor. De acuerdo con Pedro Albarrán, Director General y Vicepresidente de GWM México, la mayoría de los nuevos compradores llegan por recomendación, un indicador claro del nivel de confianza alcanzado. Con la inversión en Brasil, el impulso tecnológico y la expansión de su red de distribución, GWM consolida a México como el eje de su estrategia para Latinoamérica. La marca no solo busca vender automóviles, sino transformar la experiencia de movilidad a través de tecnología propia, infraestructura sólida y una visión de largo plazo que conecta innovación con desarrollo industrial sostenible.