Es posible construir modelo de seguridad “en los términos de Bukele”
Gibrán Ramírez, analista político, que aspiró a la Dirigencia Nacional de Morena en septiembre de 2023, considera que se puede construir un modelo de seguridad “en los términos de Bukele”, presidente de El Salvador.
En un mensaje de X invitó a sus seguidores a unirse en próximo domingo 24 de marzo a las 21:00 horas a su transmisión en YouTube y Facebook, donde argumentará que sí es posible crear ese modelo y complementarlo con una visión de izquierda y protocolos de derechos humanos.
De acuerdo con el mensaje colocado en redes sociales por el contendiente al Congreso por Movimiento Ciudadano (MC), sus argumentos ayudarán a convencer que se puede tener un modelo que coincida en algún punto con el de Nayib Bukele.
Álvarez Máynez también apuesta por un modelo de seguridad como “el de Bukele”
Anteriormente, el candidato a la Presidencia de la República, Jorge Álvarez Máynez, también ha expresado coincidir con las ideas del presidente de El Salvador, mencionando que “apostará a la creación de un mando civil como el que opera en Nuevo León y a la construcción de un plan de seguridad como el modelo Bukele, pero garante de los derechos humanos”.
Dichas declaraciones fueron dadas el 3 de marzo pasado al finalizar un encuentro con empresarios en Allende, Nuevo León, donde también declaró que su apuesta de seguridad se centraría en “generar policías civiles a nivel municipal y a nivel estatal”.
El modelo de seguridad de Bukele en El Salvador
El presidente Nayib Bukele, de 42 años de edad, asumió la presidencia de El Salvador en junio de 2019, en un contexto donde imperaba el sometimiento de la población a los crímenes de las pandillas Mara Salvatrucha y Barrio 18 y en el que la tasa de homicidios era de 38 por cada 100 mil habitantes, de acuerdo con datos de la mesa tripartita salvadoreña, conformada por la Policía, la Fiscalía y Medicina Legal.
A partir de esos hechos Bukele optó por implantar desde marzo de 2022 un estado de excepción con fuerzas militares y policiales, el cual consistió en ejecutar arrestos masivos indiscriminados y arbitrarios, efectuar juicios multitudinarios con sentencias en bloque y construir cárceles para 40 mil reclusos, con el fin de restablecer la seguridad ciudadana.
Asimismo, la fórmula del mandatario salvadoreño permitió encarcelar a más de 70 mil presuntos criminales—mujeres y hombres, menores de edad— y, aunque el sistema logró reducir los homicidios y otros índices delictivos, agravó las presuntas violaciones a los derechos humanos atribuidas a las estructuras estatales de seguridad.