Turquía en crisis: la detención de Imamoglu desata protestas y sacude el escenario político rumbo a 2028

El arresto de Ekrem Imamoglu, alcalde de Estambul y principal rival de Erdogan, desató una ola de manifestaciones y censura que pone a prueba la democracia turca.
Una detención que remueve a Turquía
El arresto del alcalde de Estambul, Ekrem Imamoglu, bajo cargos de corrupción, extorsión y supuestos vínculos con el PKK, provocó un terremoto político en Turquía. La medida fue tomada apenas días después de que fuera ratificado como candidato del Partido Republicano del Pueblo (CHP) para las elecciones presidenciales de 2028.

A pesar de estar detenido, Imamoglu fue confirmado como candidato en unas primarias simbólicas donde participaron más de 15 millones de personas, según la municipalidad de Estambul.
“Va camino a la cárcel, pero también a la presidencia”, declaró Özgur Özel, líder del CHP.
Protestas en todo el país
Desde el 19 de marzo, miles de personas han salido a las calles de Estambul, Ankara, Esmirna y otras ciudades, en rechazo a lo que consideran un intento de eliminar políticamente a Imamoglu. Las manifestaciones, lideradas por jóvenes y sectores no partidistas, han dejado al menos 340 detenidos.
El gobierno ha respondido con censura, bloqueo de cuentas en redes sociales, detenciones de periodistas y restricciones de acceso a Estambul. La plataforma X (antes Twitter) denunció el bloqueo de más de 700 cuentas por orden del gobierno turco.
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Inhabilitación educativa y presiones judiciales
Una maniobra paralela ha sido la anulación del título universitario de Imamoglu por parte de la Universidad de Estambul, lo que pondría en duda su elegibilidad para la presidencia, según la Constitución. El alcalde ha prometido impugnar la decisión en tribunales, aunque advirtió que “no espera justicia”.
Europa reacciona
La Unión Europea expresó su preocupación por la situación, exigiendo respeto a los derechos democráticos y la libertad de expresión.

“Queremos que Turquía permanezca ligada a Europa, pero esto requiere un compromiso real”, dijo un portavoz de la Comisión Europea.
Erdogan se atrinchera
El presidente turco respondió con firmeza: “No cederemos ante el terror de la calle”, minimizando la presión social y reafirmando su poder tras más de dos décadas en el cargo. Sin embargo, las protestas continúan y la figura de Imamoglu, lejos de debilitarse, crece como símbolo de oposición.