Aumento de la tasa de natalidad en Corea del Sur, un signo de esperanza ante la crisis demográfica
Por primera vez en casi una década, Corea del Sur ha registrado un aumento en su tasa de natalidad, lo que podría indicar una posible reversión de la tendencia de disminución poblacional que ha caracterizado al país en las últimas décadas.
Según los últimos datos oficiales, en 2024 nacieron 238,300 bebés, lo que representó un incremento del 3.6% en comparación con el año anterior.
Este aumento, aunque modesto, ha generado esperanzas de que la nación esté comenzando a superar los desafíos demográficos que han afectado a su economía y sociedad.
La tasa de fertilidad, que mide el número promedio de hijos por mujer, también experimentó una ligera mejora, subiendo de 0.72 en 2023 a 0.75 en 2024.
Sin embargo, aún se encuentra por debajo del nivel necesario para mantener la población estable.
Este repunte en los nacimientos ha sido atribuido en parte a la recuperación económica y social tras la pandemia de COVID-19.
Un número creciente de parejas en edad fértil ha decidido casarse, y con ello, la tasa de matrimonios ha aumentado a 222,422 bodas en 2024.
Además, la percepción sobre la maternidad y la paternidad ha mejorado, y se ha registrado un aumento en la cantidad de personas que deciden formar una familia a partir de los 30 años.
Pese a este ligero optimismo, la situación demográfica de Corea del Sur sigue siendo preocupante.
El país mantiene una de las tasas de fertilidad más bajas a nivel mundial, lo que agrava el envejecimiento de su población.
Este fenómeno tiene consecuencias directas sobre la economía, pues genera escasez de mano de obra y obliga al gobierno a aumentar los gastos en bienestar y pensiones.
En respuesta, el gobierno surcoreano ha implementado políticas para incentivar la natalidad, tales como subsidios de cuidado infantil, permisos parentales más generosos y el fomento de horarios laborales más flexibles.
Sin embargo, muchos expertos advierten que este repunte podría ser solo temporal y sugieren que se deben fortalecer las políticas de apoyo a las familias jóvenes si se desea un cambio estructural real.
Aunque el incremento en la natalidad es una señal positiva, aún queda un largo camino por recorrer para garantizar un futuro demográfico estable y próspero para Corea del Sur.
