Manuel Guerrero deja Qatar y viaja a Londres tras controversial caso de detención
El mexicano, arrestado bajo cargos de “posesión de drogas”, ha abandonado Qatar tras pagar una multa y enfrentará atención médica por las alegadas torturas sufridas en prisión
Manuel Guerrero, el ciudadano mexicano que estuvo detenido en Qatar bajo la acusación de “posesión de drogas” y supuestamente por su orientación sexual, ha salido del país árabe este lunes en “total libertad” y con destino a Londres, según informaron fuentes familiares. Guerrero dejó Qatar después de pagar una multa impuesta por la sentencia y se dirigirá a la capital británica para recibir atención médica por las alegadas torturas sufridas durante su encarcelamiento.
El Comité Manuel Guerrero, creado para abogar por su liberación, anunció en su cuenta oficial de X que Manuel “vuela libre y digno rumbo a Londres”, donde planea pasar unos días recuperándose de los abusos que él y su familia han afirmado que sufrió mientras estuvo en prisión.
La detención de Guerrero se produjo el 4 de febrero en Doha, después de que acudiera a una cita acordada a través de la aplicación ‘Grindr’. La familia de Guerrero denunció que las autoridades cataríes crearon un perfil falso en la aplicación para arrestarlo en el momento del encuentro.
A principios de agosto, el juez confirmó la sentencia impuesta a Guerrero, quien también es ciudadano británico, durante una audiencia celebrada el 4 de junio. La condena incluyó cargos de “posesión de drogas y otros delitos relacionados”, los cuales Guerrero y su familia han rechazado categóricamente.
En un comunicado, Guerrero ha mantenido su inocencia: “Sigo afirmando mi inocencia y mantengo que fui acusado y condenado injustamente. Los cargos en mi contra son infundados, y esta situación ha sido una grave violación de mis derechos humanos”.
Sin embargo, un funcionario qatarí, en una declaración a EFE bajo condición de anonimato, indicó que Guerrero admitió la posesión de las sustancias incautadas. El análisis de drogas posterior confirmó la presencia de anfetamina y metanfetamina en su organismo en el momento de su detención. El funcionario también acusó a la familia de difundir “acusaciones falsas” sobre los motivos detrás de la causa legal.
Guerrero pasó casi un mes en prisión, donde reportó haber sido forzado a firmar documentos sin conocer su contenido, estuvo más de un día sin agua y careció de acceso a su tratamiento para VIH durante gran parte del tiempo, según denuncias de su familia.
El caso atrajo la atención de activistas y generó una campaña para presionar al Gobierno de México. Aunque inicialmente la Secretaría de Relaciones Exteriores rechazó intervenir debido a que Guerrero estaba inscrito en Qatar como ciudadano británico, finalmente aceptó intervenir para asegurar su liberación.
Guerrero ahora busca reconstruir su vida y recibir el tratamiento médico necesario tras su liberación, mientras el caso sigue siendo objeto de escrutinio internacional.