Japón iniciará el vertido de agua de la central nuclear de Fukushima
El primer ministro japonés, Fumio Kishida, anunció que el vertido de agua residual tratada de la central nuclear de Fukushima al mar comenzará el jueves, lo que provocó reacciones inmediatas de países vecinos como China.
El gobierno japonés y el operador de la central, TEPCO, afirman, con el respaldo de la agencia nuclear de la ONU, que el agua no presenta riesgos para la salud ni el medio ambiente después de ser tratada para eliminar la mayoría de las sustancias radiactivas.
A pesar de estas afirmaciones, la comunidad pesquera local está preocupada por el daño a la reputación de sus productos. China y Hong Kong han impuesto prohibiciones a la importación de alimentos japoneses.
El proceso de filtración ha sido criticado por la organización ecologista Greenpeace, que sostiene que una cantidad “inmensa” de material radioactivo se dispersará en el mar en las próximas décadas. Sin embargo, la Agencia Internacional de Energía Atómica declaró que la descarga tendría un impacto “insignificante” en la población y el medio ambiente.
La decisión japonesa ha generado inquietud en la región. Corea del Sur ha tenido manifestaciones en contra y algunos ciudadanos han comenzado a acumular sal marina por temor a la contaminación del agua. China criticó la decisión japonesa y prohibió la importación de productos alimentarios de diez prefecturas niponas, además de imponer controles de radiación a los productos del resto del país.
Las restricciones han afectado a la industria pesquera japonesa en un momento en que estaba comenzando a recuperarse después del desastre nuclear.
Las preocupaciones chinas pueden tener un trasfondo sincero, pero también podrían estar influenciadas por rivalidades geopolíticas y económicas, según expertos.
China podría ejercer presión económica y explotar las divisiones políticas internas en Japón en torno a este tema.