Trump recorta derechos a personas trans: nuevas órdenes ejecutivas atentan contra su identidad
La agenda del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sigue imponiendo medidas que afectan a los grupos más vulnerables del país. En esta ocasión, el mandatario ha intensificado su ataque contra la comunidad transexual, firmando una serie de órdenes ejecutivas que amenazan con despojarles de derechos fundamentales en áreas cruciales como la salud, la identidad legal y la seguridad.
Desde el primer día de su regreso a la Casa Blanca, Trump dejó claro que su gobierno no reconoce la existencia de las personas trans, no binarias ni de género fluido. Según su Administración, únicamente existen dos sexos: masculino y femenino, y estos no pueden modificarse. Esta postura radical se consolidó con la firma de dos órdenes ejecutivas el pasado 25 de enero, que de manera explícita buscan despojar a las personas transexuales de su identidad y derechos.
La primera de estas órdenes estipula que en Estados Unidos solo se reconocerán los sexos masculino y femenino, basados en lo que se considera la “realidad biológica”, rechazando las identidades de género de personas trans y no binarias. A raíz de esta medida, el Departamento de Estado de EU suspendió el trámite de pasaportes de aquellas personas que elijan la opción “X” para marcar su sexo, indicando que solo se aceptarán solicitudes de quienes se identifiquen como hombres o mujeres.
Esta acción refleja una postura que Trump ha defendido durante años, asegurando que el derecho de las personas trans a identificarse y vivir según su identidad de género atenta contra la “realidad biológica”. “Es política de Estados Unidos reconocer dos sexos, masculino y femenino. Estos sexos no son cambiantes y están basados en una realidad fundamental e incontrovertible”, subraya la orden.
El peligro para las mujeres trans en prisión
Una de las medidas más controvertidas de las nuevas órdenes ejecutivas afecta directamente a las mujeres trans que cumplen sentencia en prisiones estadounidenses. Según el decreto titulado “Defendiendo a las Mujeres del Extremismo de la Ideología de Género y Restaurando la Verdad Biológica al Gobierno Federal”, las mujeres trans deberán ser trasladadas a cárceles para hombres, lo que pone en grave riesgo su seguridad, ya que podrían ser objeto de violencia física y sexual.
A esta medida se suma la suspensión de los tratamientos médicos necesarios para la transición de género de estas personas, incluidos los tratamientos hormonales. Organizaciones en defensa de los derechos humanos han expresado su preocupación por el impacto negativo de estas decisiones, que aumentarían la vulnerabilidad de las mujeres trans en los sistemas penitenciarios varoniles.
Además, la orden ejecutiva prohíbe la asignación de recursos federales para tratamientos médicos de personas trans, incluyendo aquellos necesarios para tratar la disforia de género, una condición reconocida por la comunidad médica.
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El fin de las iniciativas de diversidad, equidad e inclusión
Otra de las acciones que ha tomado Trump con sus órdenes ejecutivas es la eliminación de las iniciativas de “diversidad, equidad e inclusión” (DEI por sus siglas en inglés) en los departamentos y agencias federales. Estas iniciativas, que buscan garantizar la igualdad de oportunidades para grupos históricamente subrepresentados, como la comunidad LGBTIQ+, se verán afectadas por esta nueva política que, según sus detractores, promueve la discriminación.
Además, Trump revocó una orden ejecutiva firmada por su predecesor, Joe Biden, que prohibía la discriminación por motivos de identidad de género u orientación sexual en los lugares de trabajo. Esto implica que en este momento no existen leyes federales claras para proteger a las personas LGBTIQ+ de la discriminación en el ámbito laboral.
Reacciones de la comunidad LGTBIQ+
La respuesta de las organizaciones defensoras de los derechos de la comunidad LGBTIQ+ ha sido rotunda. Kelley Robinson, presidenta de la Human Rights Campaign, el grupo de defensa de derechos LGBTIQ+ más grande de Estados Unidos, declaró: “Nos negamos a retroceder o a dejarnos intimidar”. La comunidad se muestra firme en su lucha por los derechos obtenidos a lo largo de los años, pero las medidas adoptadas por Trump representan un retroceso significativo en la lucha por la igualdad y la no discriminación.
Con estas nuevas políticas, Estados Unidos parece dar un paso atrás en su compromiso con los derechos humanos y la igualdad de género, generando una creciente preocupación en el ámbito internacional sobre el impacto que estas decisiones tendrán en la comunidad trans y en otras minorías.