Gastronomía

¿Es peligroso cenar sandía? Lo que dicen los expertos

En el ámbito de la nutrición, numerosos mitos sobre los hábitos alimenticios persisten, y uno de los más comunes es el relacionado con el consumo de sandía por la noche. A pesar de las creencias populares que advierten contra este hábito, los expertos aseguran que no hay razones científicas sólidas para evitar la sandía después de anochecer.

Contrario a lo que se suele pensar, comer sandía en la noche no es perjudicial para la salud ni causa malestares estomacales, a pesar de su alto índice glucémico. La Fundación Española de la Nutrición (FEN) aclara que esta fruta, compuesta en más del 90% por agua, es una excelente fuente de magnesio, vitamina C y otros nutrientes esenciales. Fernanda Alvarado, especialista en nutrición, destaca que una porción de sandía puede cubrir hasta el 20% del requerimiento diario de vitamina C y vitamina A, gracias a sus carotenoides, responsables de su vibrante color rojo.

El mito de que la sandía provoca indigestión o aumento de peso por la noche carece de fundamento. La sandía es baja en fibra y no contiene pepitas, facilitando su digestión y reduciendo el riesgo de malestar estomacal. Además, su bajo contenido calórico la convierte en una opción saludable que no contribuye al aumento de peso si se consume con moderación.

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A pesar de su elevado índice glucémico, la sandía puede disfrutarse por la noche si se acompaña de proteínas, como queso o yogurt. Esta combinación puede ayudar a mitigar el impacto del azúcar en el organismo. En lugar de temerle a la sandía nocturna, se recomienda ajustar la ingesta calórica diaria total para mantener una dieta equilibrada.

Otro mito común es que la sandía puede provocar retención de líquidos. En realidad, su alto contenido de agua y su efecto diurético natural pueden ayudar a reducir la inflamación y favorecer la eliminación de líquidos del cuerpo.

En conclusión, no hay evidencia científica que respalde la idea de que comer sandía por la noche sea perjudicial. De hecho, esta fruta puede ser una adición saludable y refrescante a la dieta en cualquier momento del día, siempre y cuando se consuma con moderación y se ajuste al equilibrio general de la dieta.

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