Aceite de oliva: El rey de la cocina saludable
En los últimos años, el aceite de oliva ha ganado reconocimiento no solo por su sabor distintivo, sino también por sus amplios beneficios para la salud. Según diversos estudios, especialmente cuando se trata del aceite de oliva virgen extra, este oro líquido no solo mejora el sabor de nuestras comidas, sino que también juega un papel crucial en la protección de nuestra salud cardiovascular y metabólica.
Las grasas son esenciales en nuestra dieta, ya que proporcionan energía, ayudan a asimilar vitaminas liposolubles (A, D, E, y K), y son vitales para funciones corporales cruciales como el desarrollo cerebral, la regulación de la presión sanguínea y la coagulación de la sangre. Sin embargo, no todas las grasas son iguales. Las grasas insaturadas, en particular, se consideran más saludables en comparación con las grasas saturadas.
Beneficios del Aceite de Oliva
El aceite de oliva, especialmente en su versión virgen extra, está repleto de ácidos grasos monoinsaturados, como el ácido oleico, y poliinsaturados, como el ácido linoleico. Estas grasas saludables son fundamentales para mantener el colesterol en niveles óptimos. Según Andrés Jiménez Sánchez, de la Unidad de Gestión Clínica de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla, el aceite de oliva puede:
- Elevar los niveles de colesterol HDL (bueno).
- Disminuir el colesterol LDL (malo).
- Beneficiar el control de la hipertensión arterial.
- Reducir la aparición de trombosis y prevenir la diabetes.
Además, el aceite de oliva virgen extra es rico en polifenoles, compuestos que tienen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Esta riqueza en polifenoles contribuye a la reducción de la mortalidad cardiovascular y mejora diversos biomarcadores de salud cardiovascular.
Tipos de Aceite de Oliva
Dentro de la variedad de aceites de oliva, el virgen extra se destaca por su acidez menor a 0.8%, obtenida mediante procedimientos mecánicos sin alteraciones químicas. Otros tipos incluyen el aceite de oliva virgen, con una acidez de hasta 2%, y el aceite de oliva refinado, que se somete a un proceso de neutralización para reducir su acidez a menos del 0.3%.
TE PODRÍA INTERESAR: Café y aceite de oliva, mezcla para combatir la acidez
Aceite de Oliva vs. Aceite de Girasol
Aunque el aceite de girasol es una alternativa común, los expertos, como los del Codinucova, subrayan que no puede igualar los beneficios del aceite de oliva. El aceite de girasol se extrae de semillas mediante disolventes orgánicos y refinado, proceso que elimina muchos de sus beneficios saludables.
Para aquellos que buscan una opción similar al aceite de oliva, el aceite de girasol alto oleico puede ser una alternativa. Este tipo de aceite de girasol ha sido enriquecido con ácido oleico, lo que le proporciona una mayor estabilidad y resistencia a la oxidación, aunque sigue siendo inferior al aceite de oliva en términos de beneficios generales.
Cantidad Recomendada
La Federación Española del Corazón recomienda consumir entre tres y seis raciones de aceite de oliva al día. Para personas con condiciones de salud específicas, como la obesidad, es aconsejable seguir las indicaciones de un médico para ajustar la cantidad adecuada.
El aceite de oliva no solo es una excelente opción para aderezar ensaladas y guisos, sino que también destaca como el mejor aceite para freír, manteniendo sus propiedades a altas temperaturas. Incorporar este aceite en nuestra dieta puede ser un paso sencillo pero significativo hacia una vida más saludable.