Cañón del Usumacinta: paraíso natural y cultural en el corazón de Tabasco
Esta reserva federal, ubicada en Tenosique, protege más de 46 mil hectáreas de selva alta, biodiversidad única y sitios arqueológicos poco explorados.

El Área de Protección de Flora y Fauna Cañón del Usumacinta es uno de los pulmones verdes más importantes del sureste de México. Con rápidos, cenotes, ruinas mayas y una diversidad biológica en riesgo, este espacio ofrece una experiencia ecoturística única y forma parte del Corredor Biológico Mesoamericano.
Una joya natural de Tenosique
Ubicada en el municipio de Tenosique, Tabasco, a solo 20 kilómetros de su cabecera municipal, el Área de Protección de Flora y Fauna Cañón del Usumacinta resguarda 46,128 hectáreas de selva alta perennifolia. Esta reserva, originalmente decretada como ecológica estatal en 2005, obtuvo categoría federal en 2008 y es clave para la conservación de ecosistemas en la frontera entre México y Guatemala.
El área se conecta directamente con la Reserva de la Biosfera Maya y con el estado de Chiapas, formando un corredor biológico que permite el tránsito de especies silvestres. El cañón es parte esencial del Corredor Biológico Mesoamericano, que une regiones ricas en biodiversidad desde el sureste de México hasta Centroamérica.
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Clima, ubicación y biodiversidad
La reserva se localiza entre los 17° 27′ y 17° 14′ de latitud norte, y los 91° 31′ y 91° 00′ de longitud oeste. Limita al sur con Guatemala y al oeste con Chiapas, separados por el caudaloso río Usumacinta. La zona presenta un clima cálido-húmedo durante todo el año, con una temperatura media de 26.8 °C y precipitaciones que alcanzan los 2,614 mm anuales.
Según la CONABIO, en este ecosistema habitan más de 760 especies de flora y fauna, 92 de ellas bajo alguna categoría de riesgo según la NOM-059, y 7 especies exóticas que amenazan el equilibrio natural.
Los amantes de la naturaleza pueden disfrutar de emocionantes actividades como rafting en los rápidos San José y Desempeño, rappel en los cañones y cenotes, o recorridos en lancha para apreciar los paisajes que ofrece el río Usumacinta.
Además, dentro de la reserva existen vestigios arqueológicos poco explorados, entre los más conocidos se encuentran las zonas de San Claudio y Pomoná, que ofrecen una mirada directa a la historia prehispánica de la región.
En febrero, Tenosique cobra vida con el famoso Carnaval y su tradicional “Danza del Pochó”, una expresión cultural de origen prehispánico que representa el eterno conflicto entre el bien y el mal. Este evento llena de color, música y simbolismo las calles del municipio, atrayendo a visitantes nacionales e internacionales.