Municipios

La historia del plátano en tabasco

Durante décadas, la exportación de plátano convirtió al puerto de Frontera en un motor económico clave para Tabasco, hasta su repentino colapso en el siglo XX.

La historia de la producción y exportación del plátano en Tabasco marcó un capítulo de prosperidad económica en el puerto de Frontera. Impulsado por empresarios visionarios y sostenido por la fuerza laboral local, el llamado “oro verde” posicionó al estado como líder en el comercio frutal internacional. Sin embargo, conflictos sindicales, impuestos y malas gestiones llevaron a su inevitable declive.

El nacimiento del oro verde

A finales del siglo XIX, en 1884, los tabasqueños Manuel Jamet y José Jesús Dueñas emprendieron una aventura comercial que marcaría la historia económica de Tabasco: la exportación de plátano desde el puerto de Frontera hacia Estados Unidos. Jamet consiguió los terrenos para el cultivo, mientras que Dueñas financió los permisos y la adquisición de un barco de vapor para transportar el producto a Nueva Orleans.

Aunque los primeros intentos enfrentaron obstáculos, como la pérdida de cargamentos por fenómenos climáticos y bloqueos naturales, no tardó en consolidarse la industria. El 31 de enero de 1907 zarpó el vapor “Nicaragua” con 3,500 racimos de plátano Roatán rumbo a Galveston, Texas, marcando el inicio formal de la época dorada del comercio platanero en Tabasco.

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR:

Frontera, punto estratégico de exportación

Durante varias décadas, embarcaciones de gran tamaño fondeaban frente al muelle de madera de apenas 60 metros del puerto de Frontera. Algunas de estas naves, como el Yoro, el Ceiba y el Granada, podían transportar entre 12,000 y 60,000 racimos de plátano Roatán seleccionados, dependiendo de su capacidad.

La faena de embarque estaba en manos de hombres fuertes y experimentados, miembros de la Liga de Plataneros del Golfo, quienes cargaban racimos de hasta 60 kilogramos cada uno. Su pago se realizaba en monedas de plata o de oro, lo que llevó a la famosa frase: “¿Cómo quieres tu pago, bastante (plata) o poquito (oro)?”

De la bonanza al conflicto

Bajo el régimen de Tomás Garrido Canabal, se estableció un acuerdo con las compañías exportadoras: bajos impuestos a cambio de empleos bien remunerados para los jornaleros locales. Sin embargo, tras la caída del garridismo y con la llegada de Lázaro Cárdenas a la presidencia, la CTM buscó sindicalizar a los trabajadores de la industria.

La presión fiscal aumentó y los líderes plataneros, respaldados por el gobierno estatal, exigieron mejores salarios. La Southern Banana Co., filial de la poderosa United Fruit, se negó a ceder. Esto derivó en una huelga que terminó con toneladas de fruta arrojadas al río. En 1939, la compañía se declaró en quiebra y abandonó Frontera.

Los plataneros locales intentaron reorganizarse a través de la cooperativa COOTIP, utilizando los barcos abandonados por la Southern Banana Co., pero los altos costos, enfermedades en las plantaciones y conflictos comerciales impidieron su permanencia más allá de una década.

En los años 90, el empresario Carlos Cabal Peniche intentó revivir el puerto de Frontera como centro exportador, incluyendo el plátano entre sus planes. No obstante, la falta de infraestructura y el desinterés gubernamental desviaron el proyecto hacia Coatzacoalcos, Veracruz.

Artículos Relacionados

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Back to top button