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La bruja de Cunduacán: la leyenda oscura que aún sobrevuela las noches de Tabasco

Una historia popular de la región de la Chontalpa habla de una mujer con poderes oscuros, capaz de cumplir siniestros deseos a cambio de riquezas… y de su trágico final envuelto en misterio.

Durante años, una mujer misteriosa vivió en el corazón de Cunduacán, Tabasco, practicando brujería y realizando hechizos oscuros por encargo. Su poder parecía ilimitado, pero su final fue tan escalofriante como su leyenda, dejando un legado de temor que aún persiste en la memoria colectiva.

En el municipio de Cunduacán, en la región tabasqueña de la Chontalpa, vivió una mujer cuya presencia causaba temor entre los habitantes. Se decía que practicaba la brujería en secreto y que su aspecto era tan inquietante como sus habilidades: un rostro marcado por verrugas, dientes amarillentos y un ojo completamente blanco.

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Su vivienda, rodeada de un aire lúgubre, estaba repleta de amuletos, frascos con brebajes y elementos usados en rituales esotéricos. Quienes acudían a ella no lo hacían buscando sanación ni consejo, sino con deseos oscuros: desde embrujar a alguien para el amor hasta pedir la muerte de familiares por intereses económicos.

Uno de los casos más recordados ocurrió cuando un hombre le ofreció joyas y monedas para que realizara un hechizo mortal contra su madre, con la intención de quedarse con sus tierras. El hechizo funcionó y el hombre heredó todo, pero la bruja, debilitada por el esfuerzo, nunca se recuperó. Enferma y aislada, murió días después.

Sin embargo, su muerte estuvo envuelta en misterio: se dice que, tras su último aliento, un enorme pájaro negro emergió de su casa. El cuerpo de la bruja desapareció y durante una semana entera, la criatura sobrevoló la comunidad, mientras cenizas caían sobre las calles aledañas.

Hoy en día, vecinos aún afirman escuchar una carcajada espeluznante cerca de la antigua vivienda. Aseguran que el ave aparece en las noches, como si el espíritu de la bruja siguiera rondando su morada.

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