
Este 27 de octubre se cumplen 17 años de una de las peores inundaciones en la historia de Tabasco, un evento que dejó una huella imborrable en la memoria de todos los tabasqueños. Las intensas lluvias provocadas por frentes fríos llevaron a precipitaciones extraordinarias, alcanzando 403.4 mm en solo 24 horas. Del 28 de octubre al 1 de noviembre, la cifra se disparó a un acumulado de 1,163.7 mm en cinco días, lo que representó el 46% del total anual de lluvias en la región.
La situación se tornó crítica cuando la presa Peñitas, incapaz de contener el flujo, comenzó a desfogar 2,000 m³/s. Esta cantidad es suficiente para llenar el Estadio Azteca en apenas 15 minutos.
Las consecuencias fueron devastadoras: 17 municipios fueron declarados en desastre, más de 123,386 viviendas resultaron afectadas, 127 hospitales sufrieron daños severos y aproximadamente 3,400 escuelas quedaron inhabilitadas, impactando a alrededor de 850,000 habitantes.
En 2007, Tabasco fue golpeado por las lluvias extraordinarias generadas por los frentes fríos 2 y 4, que causaron el desbordamiento de los ríos Grijalva y Usumacinta, lo que provocó inundaciones que duraron varios días. En 2018, el frente frío 25 volvió a generar anegamientos en siete de los 17 municipios del estado, lo que refuerza la urgencia de contar con estrategias efectivas de mitigación y respuesta ante fenómenos climáticos.







