
Aunque aún persiste la tradición de la “quema de velitas” para recibir las ánimas (almas en pena), durante el Día de Muertos en Tabasco, el fervor por esta celebración ha disminuido en comparación con hace unas décadas, según el extrabajador de una fábrica de veladoras de parafina y “velitas” de cebo.
Hermenegildo Estrada Díaz, quien durante años laboró en la fábrica y Expendio de Veladoras La Favorita, recuerda que en vísperas del Día de Muertos, eran largas filas de gente que se formaban sobre la banqueta, para poder comprar sus velas que utilizarían en esa arraigada celebración mexicana.
El expendio La Favorita, se ubicaba sobre la avenida José María Pino Suárez, en el centro de la ciudad, y la fábrica estaba en la esquina de Bastar Zozaya y Madero, cerca de mercado público.
Ambos negocios propiedad del desaparecido Maximiliano Zurita Pérez, bajaron sus cortinas para siempre, hace siete años.
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Ernesto Díaz elebora velas y veladoras artesanalmente
Estrada Díaz, aún utiliza sus conocimientos de la elaboración de velas y veladoras, y fabrica artesanalmente esos productos en su domicilio de la Ranchería Torno Largo, segunda sección, municipio de Centro.

Estrada Díaz, quien laboró los últimos 25 años de La Favorita, negocio que había sobrevivido durante 70 años, explica que las “velitas” de cebo, se elaboran con la grasa de res, combinada con parafina. Pero, mucho antes eran sólo de grasa, y emitían mucho humo negro.

Al menos, para los meses de septiembre, octubre y noviembre, en la fábrica se elaboraban unos 300 mazos, de diez velitas cada uno, por semana. También fabricaban unos gruesos cirios de un kilógramo.
Don Hermenegildo, adulto mayor, aún visita el local donde estuvo durante años el Expendio de Veladoras La Favorita, local que le quedó a uno de los hijos del dueño, y piensa solicitarle un espacio para poder vender sus velas artesanales, las cuales le pide antigua clientela que lo conoció.