Stranger Things y el Proyecto Montauk: la teoría que inspiró la serie
La relación entre Stranger Things y el Proyecto Montauk revela cómo la serie mezcla ficción y teorías conspirativas para construir su universo narrativo.

La reciente llegada a Netflix de la primera parte de la quinta y última temporada de Stranger Things, serie creada por Matt y Ross Duffer, ha reavivado el interés por el Proyecto Montauk, teoría conspirativa estadounidense que inspiró gran parte de su trama.
La producción, estrenada en 2025, retoma elementos de supuestos experimentos secretos del gobierno realizados entre 1982 y 1987 en Camp Hero, Long Island, lo que los Duffer describen como una obsesión que marcó su adolescencia y definió el ADN de la historia que hoy es un fenómeno global.
Desde su estreno, la serie destacó por su combinación de nostalgia ochentera, terror, humor y misterio, un estilo que atrajo a millones de espectadores.
Sin embargo, pocos saben que los creadores consideraron titularla Montauk como referencia directa a la teoría conspirativa que relata experimentos clandestinos de control mental, viajes en el tiempo y el desarrollo de habilidades psíquicas en menores e indigentes.
La teoría tomó fuerza en 1992 tras la publicación del libro The Montauk Project: Experiments In Time, escrito por Preston B. Nichols y Peter Moon, cuyas historias alimentaron el imaginario que luego se reflejaría en Hawkins.
Stranger Things y el Proyecto Montauk: bases reales y testimonios
El Proyecto Montauk se hizo popular en la década de los ochenta cuando Nichols y Al Bielek afirmaron haber recuperado recuerdos reprimidos de experimentos en Camp Hero, instalación que llegó a ser conocida como la “Área 51 de la costa Este”.
Los supuestos ensayos buscaban desarrollar técnicas de guerra psicológica, así como dotar a personas —principalmente niños vulnerables— de habilidades sobrenaturales.
“Ya sea que leas esto como ciencia ficción o no ficción, estás ante una historia sorprendente”, advirtieron los autores en su libro.
Relatos posteriores, como el de Stewart Swerdlow, publicado en The Sun, dieron más notoriedad al mito. Él aseguró haber sido víctima del proyecto en 1970, afirmando que los participantes eran seleccionados por su genética y que sus memorias eran alteradas.
“No pudieron borrar la mía; me convertí en una anomalía para ellos”, declaró.
Estas historias moldearon la mirada de los Duffer al momento de diseñar la narrativa sobre experimentos con niños, desapariciones y poderes psíquicos.
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Stranger Things y el Proyecto Montauk: inspiración documental y legado
Los creadores de Stranger Things reconocieron que su fascinación nació al investigar teorías surgidas en plena Guerra Fría.
En un inicio, el proyecto planeaba abordarse en formato casi documental desde la perspectiva de víctimas y científicos involucrados en Montauk.
La versión final, sin embargo, transformó esas ideas en un relato de ciencia ficción centrado en el Laboratorio Nacional Hawkins y el temido Upside Down.
“Nos obsesionamos con la conspiración cuando la descubrimos siendo adolescentes”, afirmaron los Duffer en declaraciones retomadas por The Guardian.
La serie también incorpora elementos de proyectos reales como MKUltra, programa de la CIA que durante las décadas de 1950 a 1970 realizó experimentos de control mental sin consentimiento, revelados por el Senado en 1977.
Matt Duffer explicó: “Stranger Things evolucionó cuando empezamos a hablar sobre los misteriosos experimentos gubernamentales al final de la Guerra Fría”.
Con la temporada final en marcha, la relación entre la ficción y el Proyecto Montauk vuelve a ponerse en primer plano, recordando que tras la historia de Eleven y la desaparición de Will existe un trasfondo más oscuro que muchos desconocen.







