Nuevo estudio cuestiona un rasgo clave del envejecimiento: el inflammaging no sería universal
Investigación internacional revela que el proceso inflamatorio asociado a la vejez depende más del entorno que de la edad

Un estudio publicado en Nature comparó muestras de sangre de personas mayores de zonas urbanas y rurales en distintos países, concluyendo que el “inflammaging” (la inflamación crónica ligada al envejecimiento) no es inevitable y puede estar determinado por el estilo de vida y factores ambientales.
¿Es inevitable envejecer con enfermedades crónicas?
Un nuevo estudio internacional publicado en la revista Nature podría cambiar nuestra comprensión del envejecimiento humano. Investigadores italianos compararon muestras sanguíneas de más de 2,800 personas en Italia, Singapur, Bolivia y Malasia, buscando señales del llamado inflammaging, un proceso inflamatorio crónico que, según la ciencia actual, acompaña el paso del tiempo.
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¿Qué es el inflammaging?
El inflammaging es el desequilibrio del sistema inmunológico entre agentes proinflamatorios y antiinflamatorios. A medida que envejecemos, este sistema tiende a inclinarse hacia la inflamación, causando daños celulares y predisposición a enfermedades crónicas como la diabetes, la demencia y problemas cardiovasculares.
Resultados inesperados en zonas rurales
Mientras que en las poblaciones urbanas de Italia y Singapur los datos confirmaron esta teoría —más edad, mayor inflamación y más enfermedades—, las muestras de comunidades rurales indígenas en Bolivia (Tsimane) y Malasia contaron otra historia: personas longevas sin señales de inflammaging ni enfermedades crónicas, a pesar de condiciones de vida duras y exposición frecuente a infecciones.
¿El entorno tiene la última palabra?
Los hallazgos apuntan a que factores como la alimentación natural, la actividad física constante, menor exposición a contaminantes y niveles más bajos de estrés podrían proteger al organismo del deterioro asociado a la vejez urbana. En contraste, el estilo de vida moderno, con dietas hipercalóricas, sedentarismo, estrés y polución, parece ser un acelerador del envejecimiento inflamatorio.
Este descubrimiento plantea que el inflammaging no es un paso obligatorio del ciclo vital humano, sino una consecuencia del entorno. Así, promover estilos de vida saludables desde una perspectiva social y ambiental podría redefinir cómo llegamos a la tercera edad