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Sandro Días convierte mito urbano en récord mundial al descender la “rampa definitiva” en Porto Alegre

La leyenda hecha estructura

El edificio Centro Administrativo Fernando Ferrari (CAFF), con sus 88,91 metros de altura y su fachada curva, ha sido durante décadas un icono visual en Porto Alegre, Brasil. Su perfil ondulado evocaba para muchos la forma de un “quarterpipe” monumental, borrando la línea entre arquitectura funcional y sueño extremo. Las versiones locales del mito hablaban de quién se atrevería a “skatearla”, de reto para pro riders o incluso de ediciones digitales virales que fantasieaban el descenso.

Ese sueño urbano encontró quien lo hiciera realidad: Sandro Dias, seis veces campeón mundial de vert, asumió el desafío con respaldo de Red Bull. En el evento titulado Red Bull Building Drop, proyectó realizar bajadas progresivas a lo largo de esa curva, avanzando desde una caída inicial de 30 metros hacia una versión final de 75 metros, todo bajo la supervisión de representantes de Guinness World Records™.

La hazaña, planificada con precisión

El descenso no fue un acto improvisado: sobre la estructura del CAFF se construyó una rampa temporal montada con paneles de madera para recubrir las irregularidades del concreto. Se añadieron air fences al final del recorrido para amortiguar el frenado y proteger al skateboarder ante posibles fallas. Dias vistió equipo protector completo, incluyendo casco, protector de columna y vestimenta técnica de alta resistencia.

El evento fue transmitido en directo por Red Bull TV y YouTube, con posibilidad de que se verifiquen dos récords: el descenso más alto en monopatín y la máxima velocidad alcanzada en ese tipo de bajada.

Desde las pruebas previas, Dias dijo que el primer tramo de 30 metros supera la altura de muchas megarampas estándar, lo que da una idea de la magnitud de la hazaña.

Un legado vivo

Más allá del récord, lo que convierte esta acción en especial es el simbolismo. Dias ya cargaba con la historia como uno de los pioneros del skate brasileño: fue el tercer skater en lograr un 900 y es llamado “Rei do 540” por su dominio del giro a media vuelta, además de sus múltiples títulos mundiales.

A los 50 años, este reto no fue una prueba más para él, sino una reafirmación. Como declaró en una entrevista reciente: “Me deslizo más hoy que cuando tenía 25”.

Para Porto Alegre, el evento no fue solo espectáculo, también fungió como plataforma para visibilizar la escena local de skate, motivar nuevas generaciones y apuntar al desarrollo de infraestructura permanente.

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