No voy a dimitir: Rubiales se retracta y asegura que el beso a Jenni Hermoso fue consensuado
En un giro sorprendente de los eventos, Luis Rubiales ha anunciado durante la Asamblea Extraordinaria de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) que no renunciará a su cargo y seguirá liderando la organización, a pesar de la controversia generada por el incidente del beso no consensuado a Jenni Hermoso.
Rubiales realizó este anuncio entre aplausos y vítores de las delegaciones territoriales y los asambleístas, tras un discurso contundente en el que lanzó críticas a diversos sectores. “¡No voy a dimitir! ¡No voy a dimitir!”, repitió en cinco ocasiones.
La decisión de Rubiales, según reveló El Español, fue tomada poco antes de su comparecencia durante la madrugada, después de recibir las primeras conclusiones de la investigación realizada por la RFEF sobre el incidente en Sídney. Según dicho informe, “no se observó una conducta que induzca a concluir que se forzó, violentó o agredió” a Hermoso.
La expectación era alta antes del inicio de la Asamblea, ya que la opción más previsible era que Rubiales presentara su dimisión. Aunque durante la tarde del jueves ya había decidido continuar, sus allegados intentaron convencerlo de que, tras la apertura del expediente disciplinario por parte de la FIFA, la oposición de los clubes de LaLiga y la posición de Jenni Hermoso, la única salida viable era renunciar. Sin embargo, Rubiales, que se encontraba en un estado de negación desde el domingo, finalmente aceptó dar marcha atrás en su decisión tras conocer las conclusiones iniciales de la investigación de la RFEF.
“El beso, que fue más un pico, fue espontáneo, mutuo, eufórico y consentido. El deseo que podía tener en ese beso era exactamente el mismo al que podría tener dándole un beso a una hija”, explicó Rubiales.
“Ella me levantó del suelo, que casi nos caemos, y al dejarme en el suelo, nos abrazamos, me acercó a su cuerpo, le dije que se olvidara del penalti fallado y me respondió: ‘Eres un crack’. ‘¿Un piquito?’, le pregunté. ‘Vale’, me contestó’. Se despidió con un último manotazo en el costado y riéndose. Y de la anécdota, del ‘no pasa nada’, se pasa al silencio de la jugadora y después a un comunicado que no termino de entender”, relató.