La Prevención se pone a prueba tras fuerte temblor en Tabasco
La activación de alarmas sísmicas subraya el avance en protocolos de protección civil, en un estado que ya no es ajeno a los movimientos telúricos.

Aunque para muchos tabasqueños los temblores eran solo una anécdota lejana hasta la década de los noventa, la “tierra choca” y se sacude en el edén mexicano con una frecuencia creciente.
Lejos de la tranquilidad sísmica de antaño, el Servicio Sismológico Nacional ha registrado desde 1993 la no despreciable cifra de 191 movimientos telúricos en el estado.
La memoria colectiva aún vibra al recordar el potente sismo de magnitud 8.2 que, con epicentro en Chiapas, cimbró Tabasco el 7 de septiembre de 2017. Si bien la fortuna nos libró de la devastación sufrida en otras latitudes por el terremoto del 85, los daños materiales fueron un recordatorio palpable de que la fuerza telúrica no conoce fronteras.
En este nuevo escenario, la reciente activación preventiva de las alarmas sísmicas resuena como un eco de la creciente conciencia y la consolidación de protocolos de protección civil en Tabasco.
La prioridad ahora es clara: sembrar en la ciudadanía la semilla de la precaución y la prevención.
Porque, aunque el epicentro quede lejos, la tierra siempre puede recordarnos su poderío en cualquier instante.