
Un llamado a la feligresía católica a celebrar el Día de Muertos sin mezclar extranjerismos como el “Halloween”, realizó el responsable de Comunicación Social de la Diócesis de Tabasco, Roberto Sánchez Cabrera.
Lamentó que, en muchos hogares, para estas fechas estén con preparativos para la noche de brujas con fiestas de disfraces y no para la celebración del Día de Muertos.
“La muerte no tiene nada que ver con el terror ni tiene que ver con Drácula ni con el diablo, ni con culto a la muerte, lo que queremos es noche de paz. A veces la gente no trasciende esta parte y se le hace normal que es una fiesta anglosajona que a los niños les gusta, pero no todo lo que les gusta es bueno”, expresó.

Mencionó que el disfrazarse para la noche de Halloween el 31 de octubre, confunde a las nuevas generaciones, sobre todo, a quienes no han tenido una formación católica y desconocen la forma correcta de vivir las tradiciones del Día de Muertos.
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“Algunos padres dicen que es una fiesta bonita, disfrazarlos, pero la resurrección es blancura, pureza, triunfo, no tiene nada que ver con el terror, el ruido, el miedo. Creo que respetando a quienes lo hacen, sin condenar a nadie, no está bien, que la celebración tiene que ver todo con la vida y nada con la muerte, todo con la blancura y nada con la negrura”, apuntó.

Insistió en que la tradición del Día de Muertos en México es algo festivo, ajeno al terror o miedo. Lamentablemente -dijo- hay católicos que participan en esa celebración extranjera, aún sin conocer a fondo las raíces de la misma.
“Hay católico que le entran a eso, creo que falta formación, mucha evangelización, mucha sensibilización, a lo mejor falta acercamiento a Dios, a la Iglesia, falta apertura, le falta mucho porque hay muchos católicos que tienen eso y lo celebran”, externó.
El presbítero recalcó que la celebración católica comienza el 1 de noviembre, con rezos, oraciones, misas y la colocación de altares para recordar a los fieles difuntos, sin caer en el terror.
“El Día de muertos es un día de esperanza, ponemos nuestro corazón en Dios, sabemos que hay vida después de la muerte. El día 1 de noviembre es la fiesta de todos los santos y el día 2 de los fieles difuntos, porque los dos nos conectan al cielo”, apuntó.