Felipe Rosales Pérez
La estación Boca del Cerro del Tren Maya se ha convertido en un punto de partida ineludible para los viajeros que desean sumergirse en la riqueza cultural y natural del mundo maya.
Con una parada extendida de más de 10 minutos, a diferencia de otras estaciones, Boca del Cerro ofrece a los pasajeros la oportunidad de disfrutar de la región y conocer de cerca sus tradiciones.
Jorge Rosete Grande, gerente de la estación, destacó la importancia de Boca del Cerro como un puente entre el mundo moderno y la ancestral cultura maya. “Esta estación es una puerta de entrada a Palenque, Chiapas, y a toda la zona maya de la península”, afirmó.
Durante su estancia en Boca del Cerro, los pasajeros pueden disfrutar de una variedad de actividades y experiencias, desde degustar la gastronomía local hasta conocer las maravillas naturales de la región. Invitados especiales ofrecen presentaciones y talleres que permiten a los visitantes sumergirse en la cultura maya.
Con la llegada de las vacaciones navideñas, la estación Boca del Cerro invita a los viajeros a descubrir la magia del mundo maya. Los precios de los boletos se mantienen en diversas tarifas, haciendo que el viaje en Tren Maya sea accesible para todos.
La estación Boca del Cerro cuenta con todos los servicios necesarios para garantizar una experiencia cómoda y agradable a los pasajeros. Restaurantes, cajeros automáticos, puntos de información turística y áreas de espera están disponibles para el disfrute de todos.
Además, para aquellos interesados en invertir en la zona, se ofrece información sobre la renta de locales comerciales.
La estación es de fácil acceso, ya que cuenta con servicio de taxis y combis que conectan con la estación y los principales puntos de interés de la región.
El Tren Maya ofrece una experiencia única y enriquecedora, y la estación Boca del Cerro es la prueba de ello.
Con su ubicación estratégica y su amplia oferta de servicios y actividades, Boca del Cerro se ha convertido en un destino obligado para los amantes de la historia, la cultura y la naturaleza.
No pierdas la oportunidad de explorar el mundo maya a través de la estación Boca del Cerro por donde pasa el tren maya a través de sus obras arquitectónicas que fusionan historia y modernidad.
La estación Boca del Cerro, la segunda en la ruta y la primera en Tabasco, se perfila como un hito en el desarrollo turístico de la región.
Ubicada a un costado del puente que cruza el majestuoso río Usumacinta, la estación ofrece una vista panorámica de la selva y el río, creando un escenario natural inigualable.
Su diseño, es una reinterpretación contemporánea de la arquitectura maya, con un marcado énfasis en el uso del ladrillo y la creación de espacios abiertos y ventilados.
La estación Boca del Cerro es mucho más que una parada en el camino, Es un homenaje a la rica historia de Tabasco y a la civilización maya.
Su diseño, inspirado en la zona arqueológica de Comalcalco, evoca la grandeza de las antiguas construcciones mayas a través del uso de arcos falsos, columnas y un formato de ladrillo alargado.
Por ello, con la llegada del Tren Maya y la inauguración de esta estación representarán un antes y un después para Boca del Cerro y sus alrededores.
Se espera que un gran número de turistas visiten la zona, atraídos por la belleza natural, la riqueza cultural y la singular arquitectura de la estación.
Entre los atractivos turísticos de la región destacan el navegar por uno de los ríos más importantes de México es una experiencia única, Un paraíso para los amantes de la naturaleza, ideal para realizar senderismo y otras actividades al aire libre.
También se puede realizar Puenting, rappel y exploración de cuevas son algunas de las opciones para los más aventureros.
El Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) ha destacado el potencial turístico de la zona y ha señalado que la estación Boca del Cerro será un catalizador para el desarrollo socioeconómico de la región, promoviendo el turismo sustentable y generando nuevas oportunidades de empleo.
La estación Boca del Cerro es mucho más que una simple estación de tren. Es un símbolo de la riqueza cultural y natural de Tabasco, un ejemplo de arquitectura contemporánea inspirada en el pasado y un motor para el desarrollo turístico de la región.