El corazón de Villahermosa está a punto de latir con un nuevo ícono que promete dejar una huella indeleble en el paisaje urbano y en la vida cultural de la ciudad. El emblemático Reloj Floral, cuya instalación está prevista para los próximos meses, no es solo una pieza decorativa, sino un profundo símbolo de identidad cultural y unidad para el estado de Tabasco.
Ya se encuentra casi terminado en su tercera reubicación durante el paso de los años, mismo que será símbolo central del Distribuidor, vial de Guayabal, que fue construido para alivianar la carga de vehículos que se generaba en esa zona.
Este majestuoso reloj ha sido diseñado para ser más que un simple atractivo visual; su estructura incorpora una variedad de flores nativas de la región, enriqueciendo el entorno urbano mientras educa a los visitantes sobre la biodiversidad local.
Cada flor del reloj ha sido cuidadosamente seleccionada para representar distintos aspectos del ecosistema tabasqueño, desde la exuberante selva hasta las áreas pantanosas.
El Reloj Floral de Villahermosa ha sido testigo de varias etapas en su historia. Originalmente ubicado en la Avenida Paseo Tabasco, en la zona de Tabasco 2000, fue reubicado posteriormente a la altura del Puente Grijalva III. Ahora, el reloj está siendo trasladado por tercera vez a las inmediaciones de la salida de la carretera Ayapa, en el área donde se construyó el Distribuidor Vial de Guayabal.
