
El periodo vacacional y la compra de útiles escolares, han provocado una caída en ventas de hasta 60% en el mercado público “José María Pino Suárez” de la ciudad de Villahermosa.
Aunque no es algo nuevo -pues cada año en esta temporada disminuye la afluencia de clientes-, se trata de una etapa más difícil, porque los vendedores aún arrastran las consecuencias de las nulas ventas durante la pandemia por COVID-19.
El secretario de la Unión de Expendedores de Carne de Cerdo, Gutenberg Arévalo Aquino, refirió que todo comienza a finales de junio, ya que, en los hogares, los padres de familia asumen el gasto de las graduaciones o actividades de fin de cursos y reducen la compra de carne de cerdo, pero al acercarse el inicio del nuevo ciclo escolar, la situación se pone peor con la compra de artículos escolares.

“Son las ventas bajas de cada año, en vacaciones, la salida de clases y el ingreso de los escolares, baja algo la venta, se siente, no es para uno, es para todo el mercado; se siente esa salida de clases, ya no van a cocinar como lo hacían”, expresó.
Sostuvo que, al inicio de la temporada, las ventas se reducen de 15 a 20 por ciento, pero la situación se torna más crítica al acercarse el regreso a clases, ya que los tutores deben surtir las listas de útiles escolares y comprar uniformes.

A esto, la exsecretaria general de la Unión de Aves Destazadas, Jazmín Rosas González, añadió que, a lo largo del año, las ventas se han mantenido entre 40 y 50 por ciento. No es algo exclusivo de Villahermosa -dijo- pues la crisis económica afecta a las familias en todo el país.
“Una vez que empiezan las clases y empieza septiembre, empieza a subir la venta, pero siempre hemos estado al 40 o 50 %, pero al 100 por ciento no hemos estado. Todo es generalizado, por la situación económica que todo el país está pasando, ahora con sequía aumentó precio de fruta y verdura, todo es a raíz de la economía”, indicó.
Agregó que la situación es difícil para los comerciantes y, prueba de ello, es que, en esta unión, de 32 locales destinados al expendio de aves destazadas, actualmente solo abren 20, debido a que el resto, optó por bajar cortinas ante las dificultades económicas o problemas de salud.

Aunque esto reduce la competencia, los vendedores activos no han logrado mejorar sus ingresos y con el regreso a clases, la situación se torna crítica.
“En un día bueno se venden hasta 50 pollos y cuando baja, vendemos de 20 a 25 pollos. Lo importante es que para la comida sale”, consideró Rosas González, quien abundó que actualmente el precio de la gallina es de 220 pesos y el pollo se oferta en 190 pesos, por pieza.
En la Unión de Expendedores de Pescados y Mariscos, la situación no ha sido diferente. A decir de la secretaria general de esta organización, Ana María Alcudia Trinidad, las ventas han caído hasta 60% durante las vacaciones.
Recalcó que el surtimiento de la lista de útiles escolares, es la principal causa de baja afluencia de clientes a este popular centro de abastos. Expuso que solo queda hacer frente a la situación y esperar el inicio del mes de septiembre, donde podrían repuntar las ventas.

“En pescados se mantiene el precio, no ha subido, al contrario, algunos han bajado. Los compañeros son benevolentes con los clientes, a veces les dan un poco más o ponen ofertas, ya que han caído las ventas un 60%”, aseveró.
Comentó que actualmente, el precio de la mojarra oscila entre 80 y 95 pesos por kilogramo y el camarón se vende entre 140 y 250 pesos por kilogramo.
“Para septiembre empieza a mejorar la situación económica en el mercado Pino Suárez, porque por la escuela nos vemos afectados. La salida es una que nos pega bastante y la entrada a la escuela es otra que nos vuelve a pegar. Esperamos que después de septiembre vaya mejor, empieza una buena racha hacia la Navidad”, enfatizó.