El Instituto de Protección Civil del Estado de Tabasco (IPCET) mantiene la vigilancia en 199 zonas de “alto” y “muy alto” riesgo de deslizamientos de laderas, ubicadas en los municipios de Tacotalpa, Teapa, Tenosique, Jalapa, Macuspana, Huimanguillo y Centro.
Tras un análisis realizado con apoyo de la plataforma del Atlas de Riesgos Visor Tabasco y Sistemas de Información Geográfica, se logró determinar las comunidades, población y viviendas asentadas en zonas susceptibles ante deslizamientos de laderas.
En rueda de prensa, el titular del IPCET, José Tiburcio Solís Martínez, explicó que se tienen identificadas 30 mil 721 viviendas y más de 111 mil 033 habitantes en las localidades susceptibles a deslaves.
Refirió que son 138 zonas con susceptibilidad “alta”, las que se ubican en 7 municipios: Tacotalpa, 35; Huimanguillo, 33; Macuspana, 28; Teapa, 21; Tenosique, 19; Jalapa, 1 y Centro, 1. Con susceptibilidad “muy alta”, se agrupan 61 localidades en 4 municipios: Tacotalpa, 33; Huimanguillo, 14; Teapa, 8 y Macuspana, 6.
En total, Tacotalpa es el municipio con mayor número de zonas de riesgo “alto” y “muy alto” de deslave de laderas, con 68 localidades; le sigue Huimanguillo con 47; Macuspana con 34; Teapa con 29; Tenosique con 19; y Jalapa y Centro, mantienen solo una zona de riesgo, cada uno. Esto hace un total de 199 zonas de riesgo durante la temporada de lluvias.
De acuerdo al reporte del IPCET, son 86 mil 442 personas las que habitan 24 mil 366 viviendas asentadas en zonas de susceptibilidad de deslaves de laderas “alta”, mientras que, 24 mil 591 personas de 6 mil 355 casas, están en zonas de riesgo “muy alto”.
“Las laderas inestables son un factor que debemos cuidar; debemos conocer el lugar donde vivimos y atender recomendaciones, respetar uso de suelo y reglamentos de construcción, revisar puertas, pisos, techos, para detener posibles agrietamientos, expansiones o abultamientos en la base, eso ya es dentro de las viviendas y como recomendación, los patios, no cortar los árboles porque absorben humedad; impedir que el agua de tuberías se infiltre, revisar árboles o postes inclinados”, asentó Solís Martínez.
El titular del Instituto de Protección Civil del Estado, recordó que las laderas se ubican a las orillas de los cerros y durante la temporada de lluvias, se corre el riesgo de deslizamientos de tierra o rocas, lo que podría afectar a la población que tiene allí sus viviendas.
