En Tabasco se ha detectado la comercialización clandestina de sustancias utilizadas para tratamientos estéticos, lo que representa un grave riesgo a la salud.
Se trata de productos ofertados a través de redes sociales a un costo mucho más bajo, pero de dudosa procedencia, y, por tanto, carecen de los registros sanitarios de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios.
Silvano García Hernández, director general de la Distribuidora de Medicina Estética Aparatología (DIESTGA) en Tabasco, alertó a la población a observar a detalle las cajas de las sustancias usadas cuando acuden a alguna clínica estética para hacerse algún procedimiento.
Recordó que la demanda de tratamientos estéticos ha tenido un crecimiento anual de 20 por ciento en los últimos años, y esto ha provocado que algunas personas, ofrezcan este tipo de servicios sin contar con la capacitación adecuada.
Peor aún, se ha detectado la comercialización clandestina de las sustancias, las cuales son compradas a través de internet y ofertadas en redes sociales.
Entre los productos más usados están: el ácido hialurónico y la toxina botulínica.
En las cajas que cuentan con los registros sanitarios de Cofepris, se observan números de serie y especificaciones en español; sin embargo, aunque se ven casi iguales, los empaques de las sustancias de dudosa procedencia, no tienen dichos registros y las especificaciones están en otro idioma.
“Desafortunadamente hay personas que ven las promociones en redes sociales y buscan a los vendedores para comprar más barato y luego acuden con los doctores y les piden que se los apliquen, sin saber qué es lo que realmente contiene la caja”, advirtió.
El también director de un laboratorio que incursionó en la comercialización de este tipo de productos en el país, recalcó que, para vender a las clínicas estéticas, se debe contar con permisos de la Secretaría de Salud, que se encarga de revisar que las sustancias cuenten con los registros necesarios.
Además, se exige a los médicos estéticos, presentar su cédula profesional y acreditar capacitación en la materia, al momento de comprar los productos.
Es importante que la gente acuda ante profesionales, porque, por ejemplo, si se colocan algo en la cara y no es original, puede ser peligroso porque se genera una necrosis.
“Hemos visto casos hasta con artistas que pusieron en riesgo su salud, porque les aplicaron productos de dudosa procedencia”, externó.
Añadió que en los últimos años creció la demanda de estos tratamientos en la población joven de entre 20 y 23 años, quienes los ven como opción preventiva.
Además -dijo- quienes acuden a clínicas estéticas, lo hacen para evitar la cirugía plástica, por miedo, o bien, por la diferencia en costos.
Reiteró el llamado a la población a evitar la compra de fármacos en redes sociales, pues podrían poner en riesgo la vida.
Por Patricia Valencia