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Denuncian que secundaria de Tabasco obliga a comprar abrigos a estudiantes

A una semana del regreso a clases, el calvario para los padres de familia de la Secundaria Técnica Número 1, ubicada en Deportiva, no termina, pues además de las cuotas “voluntarias”, la entrega de productos de limpieza y papelería, ahora, deben desembolsar entre 220 y 230 pesos para pagar una sudadera con logotipo, que deberán usar los alumnos.

De acuerdo con la denuncia de paterfamilias del turno vespertino, en los primeros días de actividades escolares, al ingresar al plantel, los menores que portaban abrigos o chamarras eran detenidos en el filtro instalado y se les retiraba la prenda, con el argumento de que está prohibido su uso.

La advertencia fue clara: no pueden ingresar al centro escolar con abrigos, chamarras u otras prendas que no sean las sudaderas con logotipo que están a la venta en una tienda de la calle Hermanos Bastar Zozaya. Aunque de inicio se les devolvía la ropa al término de las clases, en caso de reincidir, ésta será decomisada hasta que los padres de familia se presenten en la escuela.

En la Escuela Secundaria Técnica Número 1 hay seis grupos de primer grado seis grupos de segundo grado y seis grupos de tercer grado, con un promedio de 40 alumnos cada uno, en ambos tunos, lo que rebasa una lista de más de mil 1400 estudiantes, quienes deberán hacer el gasto para la compra de los abrigos que podrán usar en las aulas climatizadas.

Ante esta situación, el presidente de la Comisión de Educación del Congreso de Tabasco, José Pablo Flores Morales, consideró que se trata de un acto arbitrario y llamó a directores y representantes de las sociedades de padres de familia, a ser prudentes y no exigir el uso de ropa especial, pues representa un golpe al bolsillo de los paterfamilias.

“Tienen que ser prudentes maestros y sociedades de padres de familia, ya que la ciudadanía no cuenta con recursos para cambiar el proceso de uniformes de la noche a la mañana, debemos ser prudentes porque no todos tienen los recursos”, apuntó.

Aunque el uso de uniformes se considera una medida de seguridad para la escuela y el alumnado, los abrigos pueden ser los que ya tienen los pequeños en casa, consideró, para luego añadir que este ciclo escolar, él también enfrentó una situación similar en la Secundaria Federal de Cárdenas, donde hicieron cambio de uniformes en todos los grupos.

“Tengo un hijo que acaba de salir de segundo año a tercero y tenían un uniforme y nos obligaron a comprar un nuevo uniforme de física. Yo tengo a mi hijo en escuela pública y sí lo sentí y siendo un ciudadano que tiene un trabajo estable, es más difícil. Un ciudadano que viene del campo, que vive de un jornal o vive de algo que es diario, que no es seguro, se la ve difícil”, indicó.

En ese sentido, refirió que los directores deben ser conscientes de la situación económica de las familias y no obligar a comprar uniformes cuando los estudiantes pasen a segundo o tercer grado, pues ya tienen los que portaron en primer grado.

“Es exagerado, no es válido porque no todos tenemos las mismas posibilidades, hay que ser prudentes por parte de las directivas de las escuelas”, enfatizó.

Patricia Valencia

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