Luego de exhaustivos análisis realizados a los restos humanos recuperados en la escalinata de la Estructura 18 en el sitio maya Moral-Reforma, ubicado en Tabasco, expertos han confirmado que al menos dos de los individuos encontrados fueron decapitados.
Estos restos humanos, que corresponden a individuos masculinos, fueron descubiertos hace aproximadamente cuatro meses en un entierro colocado como una ofrenda en el templo-pirámide, por arqueólogos pertenecientes al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Los análisis detallados revelaron “marcas horizontales de corte en el axis”, el hueso en la unión craneocervical. Estas señales indican el uso de un objeto afilado para la extracción de los cráneos. Sin embargo, aún es incierto si estas lesiones fueron causa de muerte o si se realizaron después del fallecimiento, según explicó el INAH.
Se estima que los restos pertenecen al periodo Clásico Tardío de la civilización maya, específicamente entre los años 600 y 900 d.C.
Uno de los cráneos presenta signos de limado y tiene incrustaciones dentales de jadeíta. Otros cráneos exhiben problemas dentales como reducción de esmalte, probablemente debido a desnutrición o infecciones. Además, se observaron placas de sarro y caries.
El total de entierros relacionados con este templo asciende a 13 y comprenden cráneos humanos, fragmentos de mandíbulas y huesos de las extremidades. De estos, cinco cráneos fueron sometidos a análisis y se determinó que dos pertenecían a individuos de entre 17 y 25 años, otros dos a edades entre 33 y 45 años, y uno más entre 25 y 35 años al momento de su fallecimiento.
Todos estos individuos presentan modelado cefálico tipo tabular oblicuo, una característica que denota un alto estatus social, ya que a estas personas se les practicaba el entablillado craneal desde temprana edad.