La captura del vicealmirante Manuel Roberto Farías Laguna, alto mando de la Secretaría de Marina (Semar) y sobrino político del exsecretario Rafael Ojeda, generó un fuerte impacto en el ámbito institucional y militar. Farías Laguna fue detenido el 2 de septiembre junto con otras siete personas —cinco hombres y dos mujeres—, por su presunta participación en una red de huachicol fiscal y en esquemas de corrupción y evasión de impuestos.
De acuerdo con el Registro Nacional de Detenciones (RND), los implicados operaban un entramado que facilitaba la introducción ilegal de combustibles al país mediante maniobras administrativas para evadir el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS). Los hombres fueron trasladados al Penal del Altiplano, mientras que las mujeres quedaron recluidas en el Penal Federal de Hermosillo, Sonora.
La investigación apunta a que la red tenía vínculos directos con el aseguramiento de 10 millones de litros de combustible en Tampico, Tamaulipas, en marzo de 2025. En ese operativo participaron la Semar, la FGR y la SSPC, lo que permitió dar seguimiento a empresarios y funcionarios presuntamente involucrados.
Farías Laguna, quien hasta enero de 2024 se desempeñó como comandante de la 12ª Zona Naval en Puerto Vallarta y previamente ocupó cargos en el Centro de Estudios Superiores Navales, así como en oficinas cercanas al propio Ojeda, ha sido señalado en repetidas ocasiones por nepotismo, tráfico de influencias y corrupción.
La detención, considerada histórica por tratarse de un vicealmirante en funciones, forma parte de la estrategia federal contra la corrupción y la impunidad en el sector energético. Según el titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, el proceso judicial continúa abierto y se espera que en la conferencia de prensa programada para el 7 de septiembre se den a conocer más detalles sobre la red criminal y las próximas acciones.
